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Educación: La importancia del desarrollo infantil y la
educación inicial en un país en el cual no son obligatorios
Education: The importance of child development
and initial education in a country where they are not
mandatory
Resumen
El desarrollo integral sucede en las personas a lo largo de la vida; potencia sus habilidades y destrezas como resultado de la incidencia
que tienen factores ambientales, históricos, sociales y culturales. Entre los 0 y 6 años se conoce como desarrollo infantil integral. La
educación inicial, por su parte, es el proceso de enseñanza-aprendizaje que sucede entre los 2 y 5 años de edad. En estas edades se
fortalecen y potencian habilidades y destrezas cognitivas, motoras, psicosociales. Durante muchos años se ha pretendido distinguir
al desarrollo infantil de la educación inicial, pero son dos procesos relacionados. En Ecuador, estos procesos están contemplados en
la legislación nacional; sin embargo, no son considerados por parte del Estado, como de asistencia obligatoria y algunas familias no
dimensionan su real importancia. Este artículo pretende mostrar la necesidad de fortalecer las políticas públicas para incrementar
la cobertura y acceso a los servicios de educación inicial y desarrollo infantil para forjar la mejora de las condiciones de vida de
niñas y niños entre los 0 y 5 años. Para ello se han organizado aspectos teóricos y estadísticos que denotan los avances que se han
alcanzado en los últimos 12 años. Finalmente, se establece una serie de breves conclusiones.
Palabras clave: Desarrollo Infantil, Integral, Educación, Educación inicial
Abstract
Integral development occurs in people throughout their lives; it enhances their skills and abilities as a result of the impact of
environmental, historical, social and cultural factors. Between the ages of 0 and 6 it is known as integral child development. Initial
education, on the other hand, is the teaching-learning process that takes place between 2 and 5 years of age. At these ages, cognitive,
motor and psychosocial skills and abilities are strengthened and enhanced. For many years there has been an attempt to distinguish
child development from initial education, but these are two related processes. In Ecuador, these processes are contemplated in national
legislation; however, they are not considered by the State to be compulsory attendance and some families do not appreciate their
real importance. This article aims to show the need to strengthen public policies to increase coverage and access to early education
and child development services in order to improve the living conditions of girls and boys between 0 and 5 years of age. To this
end, theoretical and statistical aspects have been organized to show the progress made in the last 12 years. Finally, a series of brief
conclusions are established.
Keywords: Child development, Integral, Education, Initial Education
Recibido: 21 de noviembre de 2018
Aceptado: 08 de febrero de 2019
Fabricio, Santi-León
1
1
MSc. en proyectos educativos y de desarrollo con enfoque de género; Consultor independiente; fabriciosantileon@hotmail.com
Revista Ciencia UNEMI
Vol. 12, Nº 30, Mayo-Agosto 2019, pp. 143 - 159
ISSN 1390-4272 Impreso
ISSN 2528-7737 Electrónico
http://dx.doi.org/10.29076/issn.2528-7737vol12iss30.2019pp143-159p
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Volumen 12, Número 30, Mayo-Agosto 2019, pp. 143 - 159
I. INTRODUCCIÓN
Importancia del desarrollo integral infantil
El desarrollo infantil y la educación inicial no
deben ser abordados como fragmentaciones etarias
sin relación con todo el ciclo de vida. Todo lo que
se haga o deje de hacer en los primeros años de una
persona, repercute a lo largo de toda su vida. Se
entiende que el desarrollo integral infantil es un
proceso interactivo de maduración que resulta de una
progresión ordenada de desarrollo de habilidades
perceptivas, motoras, cognitivas, de lenguaje, socio-
emocionales y de autocontrol (Ponce, 2016). Este
proceso es producto de cargas históricas, sociales y
culturales en las cuales se encuentra el individuo y
que contribuyen a denir al ser humano. Vigotski,
citado Dubrovsky (2000), armaba, a propósito del
desarrollo integral del hombre, que este tiene sus
determinantes en la cultura, entendida como una
constitución histórica, así como en las relaciones
sociales en las que este hombre se desenvuelve. Por
ello consideraba a la educación como un instrumento
fundamental en el desarrollo del individuo. Este
desarrollo, será necesario recordar, tiene ritmos y
tiempos distintos entre las personas.
El aprendizaje
“[…] correctamente organizado conduce
tras de sí al desarrollo mental infantil,
despierta a la vida una serie de procesos de
desarrollo que fuera de la enseñanza serían en
general, imposibles. […] es, por consiguiente,
el aspecto internamente necesario universal
en el proceso de desarrollo en el niño, no las
peculiaridades naturales, sino históricas del
hombre […]” (Vigotski, 1956).
Con base en la teoría de la zona de desarrollo
próximo, desarrollada por el mismo Lev Vigotski,
para alcanzar mayores niveles de relacionamiento
social, la educación es fundamental. Esta teoría
arma que toda persona tiene 3 zonas de desarrollo:
la real, entendida como el nivel en el cual se encuentra
el individuo; la potencial, denida como aquella zona
a la cual el individuo puede llegar. Entre estas dos
zonas, existe una zona de desarrollo próximo, es
decir todo el umbral de desarrollo entre la real y la
potencial (Dubrovsky, 2000).
Vigotski aseguraba que, para ir de la primera a la
segunda zona, la potencial, es necesario contar con
un acompañante o mediador más aventajado que
pueda guiar al individuo a alcanzar todo su potencial.
“[…] debemos determinar por lo menos
dos niveles de desarrollo del niño. Cuando
evaluamos la edad mental del niño con ayuda
de tests, estamos reriéndonos siempre al
nivel de desarrollo real. Sin embargo, una
simple revisión muestra que este nivel de
desarrollo real no indica con exactitud, el
estado actual del desarrollo del niño […] que
con ayuda de […] ejemplos, demostraciones,
realiza fácilmente las pruebas y sobrepasa
su nivel […] Aquí encontramos el concepto
central necesario para estimular la zona de
desarrollo potencial […] con la ayuda de la
imitación, en la actividad colectiva (…) el
niño hace más de lo que podría hacer […]”
(Vigotski, 1984. Pág. 51)
El desarrollo infantil integral se alcanza o potencia
con un relacionamiento social que permite fortalecer
habilidades y destrezas cognitivas, emocionales,
físicas, sociales y culturales que harán que el
individuo esté en condiciones más favorables para
desarrollar su vida. En este sentido, una temprana
y adecuada intervención contribuye a potenciar el
desarrollo integral de un ser humano.
Numerosos estudios cientícos demuestran la
importancia que tiene el desarrollo integral de la
primera infancia en la vida del ser humano. Una
adecuada intervención en las primeras edades
condiciona los alcances de las capacidades,
habilidades, competencias, aprendizajes, niveles
de salud, adaptación, entre otros, a lo largo del
ciclo de vida. La ciencia nos dice que el periodo de
la infancia temprana es un tiempo tanto de gran
oportunidad como de considerable riesgo, y su
inuencia puede extenderse a lo largo de una vida
(Jack P. Shonkoff, 2012. Pag 232-246). Una pronta y
adecuada estimulación en los primeros años de vida,
puede concretar importantes avances en el cierre
de brechas entre niños pobres y ricos, logrando que
los primeros ingresen a la escuela (preparatoria o
145
Santi León. Educación: La importancia del desarrollo infantil y la educación inicial en un país
educación inicial) en condiciones similares a aquellos
que provienen de familias con mejores condiciones
sociales y económicas.
Esta equiparación de oportunidades y condiciones
depende del ambiente en el cual el niño crece. Por
lo tanto, la nutrición, el cuidado, una estimulación
El gráco muestra una comparación del volumen
del cerebro de dos niños de tres años y evidencia la
diferencia entre uno que ha tenido un ambiente de
extrema negligencia en el cuidado (derecha) y otro
que no (izquierda) (Perry, 1997. Pag. 4). De ello se
inere la importancia de una adecuada estimulación,
la misma que debe brindarse desde las edades más
tempranas, considerando que el desarrollo neuronal
y de sinapsis ocurre con mayor velocidad durante
los primeros tres años de vida
1
. En estos primeros
adecuada (no precoz) y la lactancia materna, entre
otros factores, tienen una incidencia directa en el
desarrollo integral del niño y facilitan las conexiones
que se dan en el cerebro y que, en la primera infancia,
son mucho mayores que en el resto de la vida (Eming
y Fujimoto, 2002. Pag 187)
Figura 1: Comparativo del desarrollo cerebral en niños de tres años de edad con y sin adecuado cuidado. Bruce
Perry (1997)
Figura 2: Periodos sensibles en el desarrollo temprano del cerebro. Nash (1997)
años se desarrollan y fortalecen aspectos cognitivos,
sensoriales y volitivos fundamentales para el ciclo
vital, entre los cuales se pueden mencionar el
lenguaje, el pensamiento, la visión, la audición,
el control emocional, las habilidades sociales, la
formación de símbolos, el desarrollo de habilidades
numéricas, formas habituales de responder, entre
otros. Estos aspectos, que se desarrollan a lo largo
de la vida, tienen una particular evolución en los
primeros tres años de edad.
1
El ser humano nace con aproximadamente 100 millones de células neuronas. Cada neurona genera entre 1400 y 1600
sinapsis (conexiones neuronales) y entre los 2 meses y los 2 años, las sinapsis se producen a una tasa de 1,8 millones por
segundo.
146
Volumen 12, Número 30, Mayo-Agosto 2019, pp. 143 - 159
Hay quienes arman que el ambiente en el cual
se desarrollan los padres (antes de serlo) también
incide en el desarrollo del niño. Así, por ejemplo,
una futura madre con problemas de alcoholismo,
tabaquismo, drogas, situaciones de violencia
doméstica, desnutrición, podría generar en un
embarazo de alto riesgo, por lo que será importante
trabajar en sistemas de protección que prevengan
posibles problemas con los niños o niñas que nazcan
de madres y padres que hayan atravesado por estas
dicultades. “[…] la política pública debe contribuir
a aminorar los agentes de riesgo con acciones
preventivas y promocionales e incluso reparadoras,
cuando es necesario, a la vez de fortalecer, en
particular los elementos de protección familiar y
Debe entenderse que cuanto mayor es la
frecuencia con la que padres o madres juegan o
interactúan con sus hijos, mayor es el desarrollo
cerebral. Solía repetir Piaget que el juego es un
asunto de ganar experiencia, de prepararse para la
vida, de aprender a través de la vida y sobre la vida.
Por ello, es fundamental el tiempo que los padres,
madres o cuidadores del niño dediquen al juego con
sus hijos, porque ello incide favorablemente en su
desarrollo integral. Esto es importante porque existe
suciente evidencia cientíca que demuestra que un
inadecuado desarrollo infantil repercute en la edad
adulta con pobres niveles nutricionales, inadecuado
desarrollo cognitivo, problemas socio-emocionales,
decientes desempeños escolares, mayores niveles
de desempleo, bajos ingresos económicos, mayor
incidencia de embarazo adolescente, mayor
propensión a consumo de drogas y participación
comunitaria […] (Raczynski, 2006)
Por otro lado, la calidad de la interacción que
el niño tiene con sus padres, también incide en un
mayor desarrollo del cerebro. Ello supone que tanto
padres como madres, y quienes estén a cargo del
cuidado y educación del niño, generen experiencias
signicativas; es decir, acciones que resulten
enriquecedoras para potenciar sus habilidades y
destrezas. Si los aspectos anotados en el gráco
anterior son descuidados en los primeros tres años
de vida, el desarrollo integral tendrá una afectación
tanto en los años de la educación inicial como a lo
largo de la vida.
Figura 3: Relación entre el desarrollo cerebral y la calidad de interacción del niño con sus padres. Nash (1997)
de actividades delincuenciales y, por último, una
reproducción intergeneracional de estas situaciones
(Ponce, 2016). Una adecuada intervención, un apego
seguro, entendido como la relación entre un niño y un
cuidador primario afectivo, acogedor y consistente,
constituye un factor primordial para potenciar el
desarrollo integral. La calidad de la relación madre/
padre-hijo y el hecho de que los niños se sientan
queridos y valorados son un mecanismo protector
que aumenta su resiliencia frente a la adversidad
de las condiciones de vida y los riesgos que enfrenta
(Raczynski, 2006).
La situación del desarrollo integral infantil y
la educación inicial en el Ecuador
Como se ha mencionado, las intervenciones
tempranas generan mayores probabilidades de un
147
Santi León. Educación: La importancia del desarrollo infantil y la educación inicial en un país
adecuado desarrollo integral infantil. Ello supone
que la atención que se realiza con niños y niñas entre
los 0 y 5 años debe hacerse con la intencionalidad
de potenciar y fortalecer sus habilidades y destrezas
para un mejor desempeño durante su vida. Debe
entenderse que el desarrollo integral infantil
comprende el desarrollo físico, de lenguaje, de
habilidades cognitivas, sociales, emocionales, entre
otras. Para ello requiere de condiciones sociales,
económicas y políticas que faciliten una adecuada
salud, nutrición, seguridad, protección y aprendizaje
temprano (Ponce, 2016). La interconexión de estos
aspectos incrementa las posibilidades de un mayor
desarrollo integral a lo largo de la vida.
La importancia de los años tempranos está siendo
incrementalmente apreciada a través del espectro
político, y hay un creciente reconocimiento de que
familias, comunidades, lugar de trabajo, Estado
tienen un interés compartido, un rol distintivo, no-
intercambiable, en asegurar el sano desarrollo de
todo niño (Jack P. Shonkoff-Harvard University,
2012. Pag 232-246). Estos son aspectos importantes
de considerar al analizar el desarrollo infantil en el
Ecuador. Las variables que se analizan corresponden
a la concepción, embarazo, parto y nacimiento, y
los primeros años de vida. En este sentido, Ponce
asegura que, desde la preconcepción hasta el
nacimiento, las políticas públicas y la atención se
centran en la madre; luego, desde el nacimiento y
la infancia las intervenciones incluyen al niño y los
padres; y, durante el periodo de transición hacia la
escuela, las intervenciones se acentúan en el niño
(2016). Posterior a ello, las intervenciones se centran
en la persona.
De la concepción al parto
Es fundamental y estratégico el trabajo con padres
y madres desde antes que estos decidan convertirse
en tal. En algunos países se aplican programas
destinados a fortalecer la salud, el nivel de estudios,
el empleo adecuado de la población joven, como
ingredientes necesarios para asegurar en el futuro un
mayor y mejor nivel de desarrollo integral infantil de
sus hijos (Jacheviaski, 2016). Por ejemplo, la salud
y la educación son derechos garantizados mediante
servicios enteramente gratuitos para toda la sociedad.
La intención es asegurar que todos y todas participen
y que, además, se tengan los más altos estándares
de calidad basados en la investigación continua e
intensiva.
En cuanto a las acciones directamente
relacionadas con el desarrollo integral infantil
desde la concepción, el Ecuador cuenta con avances
importantes en la defensa de la vida desde la
concepción, en los controles de embarazo, la nutrición
adecuada de la madre antes, durante y después del
embarazo, con énfasis en la población en situación de
pobreza y extrema pobreza. La legislación nacional
asegura la vida desde la concepción, ello supone la
defensa de la misma en todos los estamentos y un
debate, aún sin resolver, en cuanto a la libertad de
decisión de las mujeres para abortar. Asegura el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2012)
que todas las mujeres embarazadas deben visitar
un agente de salud para recibir atención prenatal y
que todos los partos deben contar con la asistencia
de una persona calicada. Todas las mujeres deben
saber reconocer los síntomas de alarma que indican
la posibilidad de que se produzca algún problema
durante el embarazo y disponer de un plan para
obtener ayuda inmediata de un agente capacitado si
surge alguno. Dice, también, que una alimentación
deciente de la madre durante el embarazo o durante
los dos primeros años de vida de su hijo, puede frenar
el desarrollo mental y físico del niño para el resto de
su vida.
Una madre que durante la etapa de gestación
ha llevado un adecuado y frecuente control de su
embarazo, tiene junto a su hijo, mayores posibilidades
de reducir problemas de bajo peso y talla al nacer y
en la primera infancia, así como anemia, y otros
problemas que condicionan el desarrollo integral
durante toda la vida. En el Ecuador, según datos
del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INEC), en el año 2014 el número promedio de
controles durante el embarazo era de 4,3 a nivel
nacional, es decir que una madre embarazada tenía
en promedio 4 controles de embarazo durante los 9
meses de gestación, cuando lo recomendable según
la Organización Mundial de la Salud, son 9 visitas.
El asunto es preocupante en la población indígena,
entre quienes el promedio se ubica en 2,92 visitas
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Volumen 12, Número 30, Mayo-Agosto 2019, pp. 143 - 159
durante los 9 meses de embarazo. Sin embargo, con
respecto al año 2006, este grupo en particular, ha
tenido un incremento en el promedio de 1,41 visitas.
No se han encontrado datos más actuales. (INEC,
2016)
Si la mirada se hace por quintiles de pobreza,
resulta interesante observar que los más pobres
han sido también quienes mayores incrementos han
tenido en los promedios de visita en relación al 2006:
el Q1 ha subido 1,86 en tanto que el Q2 lo ha hecho en
Respecto a los porcentajes de mujeres
embarazadas que no han acudido a ningún control
durante el embarazo, estos también tienen mejoras
con el tiempo; así, por ejemplo, en el año 2006 el
promedio se ubicaba en el 16,2% en tanto que para
el año 2014 fue del 7,85; es decir, que en este año 92
de cada 100 mujeres embarazadas acudieron a sus
controles (INEC, 2016).
1,24 visitas; es curioso, además, que el Q4 ha sufrido
un decremento en las visitas de 0,67 (INEC, 2016).
En cuanto a un análisis según el área donde se
habita (urbano/rural), también resulta satisfactorio
para la política pública que el mayor incremento
sucediera en el área rural con 1,18 visitas en
comparación con el urbano donde solo subió 0,42 en
promedio. Esto representa o denota que la aplicación
de las políticas públicas en sectores vulnerables ha
tenido resultados satisfactorios. (INEC, 2016).
Tabla 1. Promedio de controles de embarazo en Ecuador
Fuente: INEC, 2016
PROMEDIO CONTROLES DE EMBARAZO
PROCESO 2006 2014 INCREMENTO DEL PROMEDIO
NACIONAL
3,49 4,3 0,81
INDÍGENA
1,51 2,92 1,41
NO INDÍGENA
3,66 4,41 0,75
PROMEDIO CONTROLES DE EMBARAZO POR QUINTILES DE POBREZA
2006 2014 INCREMENTO DEL PROMEDIO
Q1
1,97 3,83 1,86
Q2
2,48 3,72 1,24
Q3
3,64 4,36 0,72
Q4
4,28 3,61 -0,67
Q5
5,37 5,56 0,19
PROMEDIO CONTROLES DE EMBARAZO POR ÁREAS
2006 2014 INCREMENTO DEL PROMEDIO
RURAL
2,69 3,87 1,18
URBANA
3,88 4,30 0,42
A pesar de estas mejoras, siguen siendo las áreas
rurales (13,2%), el sector indígena 25,4%) y los
quintiles más pobres, Q1 y Q2, (34,1%), quienes en
mayor medida no asisten a los controles de embarazo.
Sin embargo, son quienes en relación al año 2006,
han tenido signicativos avances en el promedio de
visitas. Así lo podemos ver en el siguiente cuadro.
149
Santi León. Educación: La importancia del desarrollo infantil y la educación inicial en un país
Se puede apreciar que al igual que el número
de visitas que se observó en el cuadro anterior,
las mejoras también sucedieron en los sectores
considerados como más vulnerables. En el año 2014,
el 75% de las mujeres indígenas embarazadas asisten
Como se observa en el cuadro, los números son
interesantes toda vez que los mayores incrementos
ocurren entre la población rural (17,5%), la
población indígena (20,7%) y el Q1 (17,5%). Es
Tabla 2. Porcentaje de embarazos sin control
Tabla 3. Porcentaje de partos atendidos por profesionales
Fuente: INEC, 2016
Fuente: INEC, 2016
PORCENTAJE DE EMBARAZOS SIN NINGÚN CONTROL
PROCESO 2006 2014 INCREMENTO DEL PROMEDIO
NACIONAL
16,2% 7,8% 8,4
INDÍGENA
39% 25,4% 13,6
NO INDÍGENA
14,1% 6,1% 8
PORCENTAJE DE EMBARAZOS SIN NINGÚN CONTROL POR QUINTILES DE POBREZA
2006 2014 INCREMENTO DEL PROMEDIO
Q1
36,4% 24,9% 11,1
Q2
21,1% 9,2% 11,9
Q3
13,6% 6,5% 7,1
Q4
6,7% 5,8% 0,9
Q5
2,6% 1,6% 1
PORCENTAJE DE EMBARAZOS SIN NINGÚN CONTROL POR ÁREAS
2006 2014 INCREMENTO DEL PROMEDIO
RURAL
22,4% 13,2 9,2
URBANA
13,2% 5,5 7,7
PORCENTAJE DE PARTOS ATENDIDOS POR PROFESIONALES
PROCESO 2006 2014 INCREMENTO DEL PROMEDIO
NACIONAL
85,5% 93,6% 8,1
INDÍGENA
37,9% 58,6% 20,7
NO INDÍGENA
89,7% 96,8% 6,9
PORCENTAJE DE PARTOS ATENDIDOS POR PROFESIONALES POR QUINTILES DE POBREZA
2006 2014 INCREMENTO DEL PROMEDIO
Q1
59,7% 77,2% 17,5
Q2
83,8% 92,1% 8,3
Q3
91,2% 96,6% 5,4
Q4
95,4% 98,5% 3,1
Q5
99,1% 99,6% 0,5
PORCENTAJE DE EMBARAZOS SIN NINGÚN CONTROL POR ÁREAS
2006 2014 INCREMENTO DEL PROMEDIO
RURAL
65,4% 82,9 17,5
URBANA
95,7% 98,1 2,4
a un control de salud cuando en el año 2006 lo hacía
solo el 60%. Algo similar sucedió entre las mujeres
del sector rural y en los quintiles 1 y 2 de pobreza.
El reto de la política pública está en equiparar los
incrementos entre toda la población.
decir, nuevamente los sectores considerados como
de atención prioritaria son los que han contado con
los mayores avances; de esto se inere que la política
pública enfocó adecuadamente la población a ser
150
Volumen 12, Número 30, Mayo-Agosto 2019, pp. 143 - 159
atendida. Esto no quiere decir que los porcentajes
sean alentadores para la población indígena, ya que
la misma debe alcanzar, al menos, los promedios
nacionales, un nuevo reto para la política pública.
Del nacimiento a la primera infancia
Esta etapa comprende las situaciones que
ocurren en el niño o niña, desde el nacimiento
hasta los 5 años de edad. Son parte de esta etapa
el nacimiento mismo, el control para la prevención
de enfermedades, la lactancia materna, la nutrición
adecuada, el cuidado y la asistencia misma a un
En cuanto a la tasa de mortalidad infantil, esta
ha tenido un ritmo sostenido hacia la baja en los
últimos 16 años; en el año 2000 se ubicaba en el
15,5 en tanto que para el año 2016, llegó a ser del
9,1 lo que representa una notable reducción de 6,39
puntos. (Anuario de estadísticas vitales, nacimiento
y defunciones. (INEC, 2016). La medición de la tasa
centro de desarrollo infantil o la escuela. Según el
Anuario de Nacimientos y Defunciones (2016) para
el año 2016, en el Ecuador se registraron 259.048
nacimientos con una tasa de nacimiento de 15,67
cifra que denota una disminución de 8 puntos con
respecto al año 2006 en que la tasa fue del 23,57. Las
provincias de Guayas y Pichincha continúan siendo
las de mayor cantidad de nacimientos, en tanto que
la provincia de Galápagos continúa siendo la de
menor cantidad. En el gráco se puede observar la
evolución histórica de los nacimientos en Ecuador
desde el año 2006 hasta el año 2016.
Tabla 4. Número de nacimientos por año según las proyecciones del INEC
Fuente: Anuario de Nacimientos y Defunciones 2016, INEC
AÑO
PROYECCIÓN
POBLACIONAL
NACIMIENTOS TASA DE NATALIDAD
2006
13.964.606 329.117 23,57
2007
14.214.982 328.735 23,13
2008
12.472.881 328.949 22,73
2009
14.738.472 336.899 22,86
2010
15.012.228 326.028 21,72
2011
15.266.431 332.642 21,79
2012
15.520.973 330.734 21,31
2013
15.774.749 303.455 19,24
2014
16.027.466 295.055 18,41
2015
16.278.844 280.750 17,25
2016
16.528.730 259.048 15,67
de mortalidad infantil estudiada muestra que las
intervenciones públicas han tenido un efecto positivo
y que, si bien no abarca el total de la problemática,
entendida como efectos reales sobre los niveles de
pobreza, cobertura y acceso de servicios básicos como
factores asociados a la tasa de supervivencia infantil,
evidencia un esfuerzo sustancial por alcanzar niveles
inferiores año a año.
151
Santi León. Educación: La importancia del desarrollo infantil y la educación inicial en un país
Por otro lado, en los últimos años, el indicador de
tamizaje neonatal se ha hecho relevante. Este permite
identicar de manera temprana enfermedades
metabólicas para otorgar un tratamiento oportuno
y prevenir un daño de salud grave e irreversible al
recién nacido o incluso poner su vida en peligro.
Supone así mismo, la prevención de la discapacidad
intelectual y la muerte precoz en los recién nacidos
(Ponce, 2016).
En el Ecuador el porcentaje de niños y niñas
a quienes se ha realizado la prueba de tamizaje
neonatal se ubicaba en el año 2014 en el 46,5% lo
que constituye un importante avance si se considera
que en el año 2006 ningún recién nacido recibía
esta prueba. Es importante anotar que no existen
diferencias relevantes entre lo urbano y rural, ni
entre población indígena y no indígena, así tampoco
entre quintiles de pobreza. El modelo ecuatoriano
de desarrollo integral infantil lo constituye también
políticas sobre lactancia materna, nutrición infantil,
controles de salud periódicos, y servicios de cuidado
y estimulación en cualquiera de sus niveles o
modalidades. Este engarce de acciones permite
potenciar las habilidades y destrezas de quienes aún
no han cumplido los 6 años de edad.
La lactancia materna exclusiva durante los
primeros 6 meses de edad del niño son fundamentales
Figura 4. Tasa de mortalidad infantil (menores de un año)
Fuente: Anuario de estadísticas vitales, nacimientos y defunciones, 2016. INEC. (2016)
en la prevención de enfermedades infecciosas y en
el desarrollo cognitivo. La nutrición, el cuidado
y la lactancia materna afectan directamente las
conexiones que se originan en el cerebro durante
este periodo. Cuando el recién nacido recibe un
cuidado adecuado, estará mejor preparado para
ingresar a la escuela y a tiempo de aprender (Eming
y Fujimoto, 2002). Se puede armar que es una de
las fuertes acciones de política que permite asegurar
a los recién nacidos la alimentación desde el seno
materno exclusiva hasta los 6 meses. A partir de esa
edad, combinada hasta que el niño cumpla 2 años de
edad. Como eje de esta política, la madre tiene 12
semanas de licencia remunerada (el padre 15 días).
A partir de ese tiempo la madre tiene un permiso
de lactancia de 2 horas diarias por un periodo de
9 meses. Además, la madre tiene la posibilidad de
solicitar una licencia voluntaria no remunerada
hasta por 9 meses posteriores a las 12 semanas de
maternidad para pasar en su casa con su hijo o hija.
Esto permite que el porcentaje de niños y niñas en
edad de lactancia materna que la recibe aumente
entre el 2006 y 2014, pasando del 80,2% al 88,1%.
Los porcentajes son similares entre las áreas urbanas
y rurales, o entre los diferentes quintiles de pobreza.
En lo que si hay una diferencia considerable es entre
la población indígena, entre quienes llega al 79%,
que, si bien podría considerarse alto, no llega a los
niveles del promedio nacional.
152
Volumen 12, Número 30, Mayo-Agosto 2019, pp. 143 - 159
Tabla 5. Porcentaje de niños y niñas que se benefician de la lactancia materna
Fuente: INEC, 2016
LACTANCIA MATERNA
PROCESO 2006 2014
NACIONAL
80,20% 88,10%
INDÍGENA
SIN DATOS 79,40%
NO INDÍGENA
SIN DATOS 88,90%
LACTANCIA MATERNA POR QUINTILES DE POBREZA
2006 2014
Q1
70,5% 83,80%
Q2
78,40% 87,30%
Q3
83,90% 89,10%
Q4
85,60% 91,10%
Q5
88,10% 88,80%
LACTANCIA MATERNA POR ÁREAS
2006 2014
RURAL
84,00% 89,20%
URBANA
73,80% 85,70%
Sin embargo, a pesar de los resultados alcanzados
en lactancia materna, el Ecuador tiene una deuda
pendiente en el combate a la desnutrición crónica.
Los datos son poco alentadores toda vez que la
prevalencia de la desnutrición crónica no ha logrado
bajar de 24 puntos. Ponce (2016), en su documento
sobre desarrollo infantil en Ecuador, coincide con
este punto tal como lo muestra un cuadro que, sobre
desnutrición crónica, ha preparado.
Figura 4. Prevalencia de desnutrición infantil (referencia OMS-2005)
Elaboración: Juan Ponce, Flacso – Ecuador (2017)
Fuentes: 1986, DANS (CONADE); 1988, 1999, 2006, 2014, Encuestas de Condiciones de Vida (INEC); 2000 y 2004,
Encuestas de Empleo ENEMDU (INEC); 2012, ENSANUT (INEC-MSP).
153
Santi León. Educación: La importancia del desarrollo infantil y la educación inicial en un país
Tabla 6. Prevalencia de la anemia en niñas y niños menores de 5 años
Fuente: ENSANUT, 2012
EDAD EN MESES
PREVALENCIA DE
ANEMIA
6-11 MESES
62,0
12-23 MESES
32,4
24-35 MESES
20,5
36-47 MESES
8,5
48-59 MESES
5,4
Se puede apreciar que, en 10 años de política e
inversiones para la disminución de la desnutrición
crónica, el Ecuador solo logró bajar 2 puntos
porcentuales (ENSANUT (2016), INEC (2016),
ENEMDU (2016)). Un reto pendiente para la política
pública.
Si bien estos son aspectos importantes, no
se puede dejar de considerar los aspectos socio-
económicos en los cuales crecen los niños y niñas.
Aspectos como el ingreso que perciben los padres
y madres, el acceso a agua potable y agua segura,
eliminación de excretas, etcétera, debido a que estos
también tienen una incidencia importante en el
adecuado desarrollo integral infantil.
En este sentido, a continuación, se mencionan
algunos datos sobre el ingreso promedio que tienen
los padres, el acceso a empleo adecuado y el índice
de escolaridad de este grupo. Estos son solo 3 de
los aspectos sociales que tienen una incidencia en el
desarrollo infantil.
En el Ecuador, según datos que se obtienen de la
página Web del Ministerio de Inclusión Económica
y Social (2018), hay alrededor de 800 mil hogares
2
en los cuales habitan niños y niñas entre 0 y 3 años.
En estos hogares, el ingreso promedio laboral es de
USS.563,30. Si la mirada es por sexo, resulta que
los hombres tienen un ingreso promedio laboral de
USS 601,10 en tanto que las mujeres solo alcanzan
un ingreso promedio laboral de USS. 350,90 lo que
muestra el desequilibrio que por condiciones de
género aún persiste en la sociedad ecuatoriana. No
tan curioso resulta comparar este mismo ingreso
promedio entre el sector rural y urbano, ubicándose
en el primero USS. 434,4 mientras que en el urbano
es de USS. 563,3 lo que también muestra un
En cuanto a la prevalencia de la anemia por edad
a nivel nacional, según información de ENSANUT
(2012), citada por el mismo Ponce, los datos
muestran que es mayor cuanta menos edad tiene el
infante. Esto representa, al igual que la desnutrición
crónica, un desafío en la política pública para el país.
desequilibrio entre áreas poblacionales (ENEMDU,
diciembre 2007-2016).
En cuanto al empleo adecuado que tienen los
padres y madres de niñas y niños entre 0 y 3 años,
este se ubica en el 53,6% en el año 2016, siendo del
59,7% en el sector urbano y del 42,6% en el rural. En
cuanto a la desagregación por sexo, es mayor entre los
hombres con un 57,3% mientras que en las mujeres
alcanza el 33,6%. Otro importante desequilibrio de
género (ENEMDU, diciembre 2007-2016). En lo
que respecta al índice de escolaridad que tienen los
padres y madres de niños y niñas de 0 a 3 años de
edad, en el año 2016 este se ubica en 10,4; bajando a
8,9 en el sector rural y elevándose a 11,2 en el sector
urbano. En el año 2010, el índice de escolaridad era
de 9,4. En los años 2011 y 2012 fue de 9,8. Para los
años 2013 y 2014 fue de 9,9 y en el año 2015 fue de
10,5 (ENEMDU, diciembre 2007-2016).
Este indicador es relevante por sí mismo, toda vez
que se ha demostrado que, ante un mayor índice de
escolaridad de los padres, mayores son los niveles de
desarrollo que tienen los niños y niñas menores de 5
años de edad. Si bien la educación de los y las niñas
desde su nacimiento hasta los tres años de edad es
responsabilidad de la familia, esta puede optar por
las diversas modalidades de atención que el Estado
ofrece. Así, en cuanto al servicio para la atención
al desarrollo infantil en el Ecuador, la Ley Orgánica
de Educación Intercultural Bilingüe establece que el
2
Son datos registrados al año 2016 según la página web del MIES
154
Volumen 12, Número 30, Mayo-Agosto 2019, pp. 143 - 159
nivel de educación inicial se divide en 2 subniveles:
inicial 1, bajo la rectoría del Ministerio de Inclusión
Económica y Social (MIES), que comprende la
atención a infantes hasta los 2 años (desarrollo
infantil) en un modelo no escolarizado; y, el inicial
2 bajo la rectoría del Ministerio de Educación
(MINEDUC) que comprende la atención a niños y
niñas entre los 3 y 4 años de edad. En este sentido se
hace un breve análisis de la situación de los servicios.
El BID asegura que el servicio de desarrollo
integral infantil y de educación inicial debe brindarse
por profesionales ya que, sin ellos no se puede tener
servicios de calidad. Se debe recordar que al amparo
de la rectoría del Ministerio de Inclusión Económica
y Social, los servicios fueron prestados por las
denominadas madres comunitarias, personal con
mucha voluntad, pero con carencias sustanciales en
formación profesional sobre pedagogía y desarrollo
infantil. En cuanto a la educación inicial, bajo la
rectoría del Ministerio de Educación, esta se ha
realizado por profesionales lo que supondría una
garantía en la calidad del servicio; sin embargo, no
se cuenta con estudios relevantes que sustenten que
la profesionalización tenga impactos fuertes en la
calidad, aunque se pueda inferir que es mayor. Desde
hace 4 años, el Ministerio de Inclusión Económica
y Social hizo una apuesta por la profesionalización
de los servicios de desarrollo infantil. Ello supuso
centrarse en la población infantil de 0 a 2 años bajo
las modalidades Creciendo con Nuestros Hijos y
Centros Infantiles del Buen Vivir.
Por su parte, el Ministerio de Educación asumió
la cobertura de los niños mayores de 3 años bajo los
parámetros con los que ha actuado en los últimos
años, es decir con un servicio profesionalizado. El
83% del personal de educación inicial del Ministerio
de Educación tiene una titulación profesional o
maestría, 11% en grado de tecnologías y menos del
6% son bachilleres
3
(Ministerio Coordinador del
Conocimiento y Talento Humano,2016).
Sin embargo, a pesar de la apuesta por la
profesionalización de los servicios de Desarrollo
infantil, en la modalidad Centros Infantiles del Buen
Vivir, el 73% del personal que opera el servicio son
bachilleres; 23% profesionales; 2% tecnólogos y un
0,6% personas con educación primaria. En cuanto
a la modalidad Creciendo con nuestros hijos, el
58% son bachilleres, el 37% son profesionales; y,
el 5% son tecnólogos (Ministerio Coordinador del
Conocimiento y Talento Humano,2016)
Figura 6. Profesionales en los servicios de desarrollo infantil y educación inicial en el Ecuador
Fuentes: Ministerio Coordinador de Talento Humano, 2016
3
Al año 2016
155
Santi León. Educación: La importancia del desarrollo infantil y la educación inicial en un país
En lo que corresponde a la cobertura, es
importante contextualizarla a partir del dato
poblacional nacional de niñas y niños entre 0 y 2 años
de edad y de estos, cuántos están siendo atendidos
tanto en el sector público como en el privado. Según
el INEC, en sus proyecciones poblacionales por
edades simples, en el año 2016 la población de niñas
y niños con edades entre 0 y 2 años era de 667.208;
de esta población el 51% son de sexo masculino y
el 49% femenino. Asegura el MIES, que el servicio
público alcanza una cobertura de 296.548 niñas
y niños de los cuales 291.648 que corresponde al
44% de la población en estas edades, son atendidos
por los servicios públicos. Esta cobertura se hace
con una capacidad instalada de 5.527 unidades en
las 2 modalidades ofertadas: centros infantiles del
Buen Vivir a la que asisten 91.000 niños y niñas;
y Creciendo con Nuestros Hijos a las que asisten
En la misma línea, la cobertura de desarrollo
integral infantil presentada muestra un leve descenso
con respecto a la que se alcanzaba en el mes de mayo
del año 2015, cuando se atendía un total de 313.705
niños y niñas entre 0 y 2 años de edad; es decir, que
para mayo de 2017 se registra un descenso en la
cobertura de 22.057 niños y niñas.
Se debe considerar que en esos años el MIES ha
invertido un importante esfuerzo por depurar sus
coberturas y esta podría ser la explicación para el
Figura 7. Porcentaje de niños y niñas que asisten a los servicios de desarrollo infantil en Ecuador. MIES, 2016.
201.000 infantes (MIES, 2016)
Es importante anotar que el MIES ejerce rectoría
sobre los servicios privados de Desarrollo Infantil,
y cuenta en sus registros, según su página web, con
91 unidades de atención operando legalmente y que
atienden a un poco más de 5.000 niñas y niños. Sin
embargo, estos datos constituyen, según el mismo
MIES, un subregistro que hasta la fecha no se ha
podido solucionar.
Lo relevante en estos datos es que alrededor de
56% de la población infantil entre 0 y 2 años no recibe
una atención de desarrollo integral infantil, ni en el
sector privado ni público, lo que podría signicar que
cuando ingresen a la educación inicial, no lo hagan
en las mejores condiciones posibles. Un reto para la
política pública de universalización de los servicios.
decremento de la cobertura.
No deja, sin embargo, de ser una situación
preocupante si se considera la importancia que
tiene el desarrollo infantil integral en la vida de las
personas y por tanto, la política debe perseguir la
universalización de los servicios aunque estos no
necesariamente signique asistir a un centro infantil,
sino diversicar las modalidades existentes para
alcanzar dicha universalización.
156
Volumen 12, Número 30, Mayo-Agosto 2019, pp. 143 - 159
Figura 8. Comparativo de la cobertura en desarrollo infantil en el Ecuador 2015-2016-2017. MIES, 2017
Por otra parte, la población infantil con edades
comprendidas entre los 3 y 4 años, es 670.317 niñas
y niños, según las proyecciones poblacionales que
estimó el INEC. Según los registros que constan en el
Ministerio de Educación, de esta población, reciben
atención en los servicios de educación inicial, tanto
públicos como privados, 538.067 niños y niñas. Ello
supone una cobertura de 80,27% y al igual que lo
que ocurre con los servicios de desarrollo infantil,
la mayor parte de esta población se concentra en el
sector público, al cual acuden cerca de 440.000 niños
en tanto que en el sector privado lo hace alrededor
de 98.500 niños y niñas. Estos son datos con corte
a febrero de 2017, según los registros del Ministerio
de Educación. De estos datos se inere que los
servicios de educación inicial tampoco han alcanzado
la universalización. Otro reto importante para la
política pública.
II. MATERIALES Y MÉTODOS
Este artículo se basó en información secundaria
y bibliografía especializada relativa al desarrollo
infantil en Ecuador. Se realizó un análisis de diversos
documentos académicos y estudios realizados por
diferentes especialistas en los temas de desarrollo
infantil integral, así como también de documentos
producidos por los ministerios de Educación y de
Inclusión Económica y Social, Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INEC), entre otros.
Con estos insumos y aprovechando la apertura
del Ministerio de Educación, se procedió a realizar
una observación de los servicios directos e indirectos
bajo la rectoría de esta institución, tanto en el nivel
público como privado para contrastar la información
analizada. De ello, se obtuvieron los elementos
presentados en este artículo.
El resultado de este análisis permitió establecer
sistemáticamente que el desarrollo infantil integral
en el Ecuador ha tenido importantes avances en los
últimos 10 años; sin embargo, no se ha alcanzado
la universalidad de los servicios o de la cobertura,
quedando un signicativo número de niñas y niños
menores de 5 años, sin la posibilidad de acceder
a los servicios y por ende tener la oportunidad de
incrementar sus destrezas y habilidades tal y como lo
han señalado diferentes estudios y autores.
Esta discusión tiene varios años y diversas
posturas que han sido analizadas metódicamente
en este trabajo. Las posiciones básicas consisten en
que, por un lado, algunos arman que será mejor que
niñas y niños en la primera infancia se queden en
casa al cuidado de padres y madres y, por otra parte,
hay quienes aseguran que siempre será mejor que
asistan a un servicio profesionalizado de desarrollo
infantil para potenciar su desarrollo.
157
Santi León. Educación: La importancia del desarrollo infantil y la educación inicial en un país
Concluiremos del análisis y de la vericación de
la información que nos encontramos ante un falso
dilema todo vez que lo primero no niega lo segundo
ni viceversa; es decir, los niños y niñas menores de
5 años deben estar con sus padres y madres en el
cuidado de la primera infancia, pero también deben
beneciarse de todas las condiciones que aseguren
su desarrollo integral y ello, por su puesto, incluye
los servicios de educación inicial, salud, nutrición
adecuada, cuidado entre otros que según los diversos
estudios, son los que aseguran una integralidad en el
desarrollo humano. Lo que si resulta importante es
descubrir que la institucionalización prolongada trae
consecuencias psico-sociales, y afecta a derechos de
la niñez.
III. CONCLUSIONES
La relación entre el desarrollo integral
infantil y la educación inicial.
En el Ecuador, a pesar de lo que establece la
Constitución de la República, no existe obligatoriedad
para que niñas y niños menores de 5 años asistan a
los servicios de desarrollo infantil y de educación
inicial, lo cual, según muestra la evidencia cientíca
pone en riesgo su adecuado desarrollo a lo largo de
la vida.
Es necesario fortalecer la política pública de
desarrollo infantil y educación inicial diversicando
los servicios que se prestan para que una mayor
población infantil pueda acceder a los mismos. Esto
debido a lao favorable que resulta el impacto de las
intervenciones tempranas, tanto en las modalidades
presenciales como en las de vistas a los hogares.
Además, existe suciente evidencia que corrobora
la premisa de que los niños y niñas que asisten a
los servicios de desarrollo infantil tienen mayores
probabilidades de alcanzar las habilidades y destrezas
sucientes para la escuela y la vida. El impacto de
las intervenciones tempranas genera resultados
relevantes en el desarrollo cognitivo y motriz de los
niños, así como en su salud.
La evidencia cientíca sugiere que mientras
más positivo y alentador sea el ambiente en el que
se desarrolla un niño o niña, mayores posibilidades
tendrá de potenciar todos los ámbitos de desarrollo
infantil, lo que tendrá incidencia a lo largo de su
vida. Por tanto, será necesario revisar y fortalecer
la calidad del entorno en el cual el niño de entre 0
y 5 años realiza sus primeras experimentaciones,
considerando que en esta etapa el ser humano es
especialmente sensible a los estímulos de enseñanza-
aprendizaje.
La acción, reacción e interacción de una persona
ante diferentes estímulos está en gran medida
condicionada por varios factores que a su vez
generan microsistemas de comportamiento internos
y externos y que componen el tejido psicosocial que
rodea a la persona y a los grupos humanos. De ahí la
importancia de incentivar un ambiente propicio que
favorezca el establecimiento de relaciones sociales de
largo plazo, tanto en el hogar como en la escuela y
comunidad.
Se concluye que el desarrollo humano, comienza
en la concepción y continúa a lo largo de toda la vida
en la que se producen cambios que son inuenciados
por la calidad de los estímulos en los que se
desenvuelve el individuo, de ahí la importancia de
las intervenciones tempranas positivas para el ser
humano.
Existe evidencia suciente que los niños y niñas
que asisten a servicios de desarrollo integral infantil
están en mejores condiciones para enfrentar su etapa
educativa escolar que aquellos niños o niñas que
nunca asistieron a un servicio de desarrollo integral
infantil.
En Ecuador, la política pública de desarrollo infantil
debe marcar su apuesta por la universalización del
servicio de atención, sea en la modalidad presencial
o en la de visita a hogares y no solo debe centrarse
en la acción de cuidado, sino también por una
adecuada articulación salud y de educación inicial.
Una apropiada intervención temprana condiciona
mejores resultados en coeciente intelectual; efectos
positivos en evaluaciones cognitivas de lectura y
matemática en el largo plazo, menores tasas de
repetición y mayores niveles de escolaridad; mejores
comportamientos y menores tasas de depresión;
mejora en las brechas entre estudiantes de diferentes
quintiles.
Estudios de las ciencias sociales sobre las
intervenciones para el desarrollo infantil temprano
158
Volumen 12, Número 30, Mayo-Agosto 2019, pp. 143 - 159
(DIT) en los Estados Unidos y en los países en
vías de desarrollo, demuestran que los niños que
participan en los programas de DIT muestran
menor grado de repetición y de abandono de la
escuela, se desempeñan mejor en la escuela, y tienen
alta probabilidad de progresar hacia niveles más
avanzados de la educación, lo cual contribuye hacia
una movilidad social ascendente. El contar con una
educación de calidad es la mejor predicción para
el éxito como adulto. Además, la educación puede
ser el gran estabilizador, pero sólo si todos los niños
tienen las mismas oportunidades de beneciarse de
ésta (Eming y Fujimoto, 2003).
Finalmente, tomando como referencia una
muestra estadística de la relación que tienen la
educación inicial con el desarrollo integral infantil,
el estudio longitudinal 2003-2008 de Norman
Shady aplicado en Ecuador y citado por el MIES
en su documento Desarrollo infantil para el buen
vivir (2012), considerando niveles de pobreza, se
explica que: el 19% de los niños de extrema pobreza,
comparado con 9% de los niños de economía
promedio, tienen de 1,5 a 2 años de retraso en su
desarrollo cerebral. Consecuentemente, esto implica
un atraso en su progresión escolar (MIES, 2013).
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