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Volumen 13, Número 32, Enero-Abril 2020, pp. 63 - 68
I. INTRODUCCIÓN
En la mayoría de los países resalta constantemente
la importancia de los recursos naturales renovables,
tal como ocurre con los forestales, haciendo que
continuamente se revisen políticas de reforestación
que ayuden a desarrollar proyectos de investigación
agroforestales con el n de que a futuro se mejore
la economía en países de bajos recursos (Pérez &
Fariño, 2015).
La especie Tectona grandis L.f tiene reputación
mundial como madera de alta calidad debido a
sus notables propiedades físicas y mecánicas,
particularmente elasticidad, resistencia, durabilidad
y resistencia a la descomposición (Vyas, Yadav, &
Khandelwal, 2018). Pero una de las características
que la hace tan atractiva es su resistencia a
plagas y enfermedades que suelen afectar a otras
especies vegetales, dando lugar a que se generen
investigaciones que permitan determinar y evaluar
su composición química (Blanco, Trugilho, Lima,
Gherardi & Moreira, 2014) y las aplicaciones que
pueda tener cada uno de sus componentes en áreas
que pueden beneciar al ser humano de forma
directa, como por ejemplo la curación de heridas
(Varma & Giri, 2013) o propiedades analgésicas
(Giri & Varma, 2015) y también de forma indirecta
como es la protección de cultivos de otras especies
vegetales (Das et al., 2012)
En Ecuador, la especie teca fue introducida
hace 50 años en la Estación Experimental Tropical
Pichilingue, adaptándose al clima seco y a unas
temperaturas entre 22º y 28ºC (Armijos, 2014). Con
el tiempo ha aumentado tanto su producción que en
el año 2004 se instauró la Asociación Ecuatoriana de
Productores de teca y maderas tropicales (ASOTECA),
que desde el 2008 empezó con la valoración de las
haciendas productoras de esta madera, para elaborar
un programa de diagnósticos de plantaciones que
habían instalado y monitoreado más de 380 parcelas
hasta el año 2013, es de ahí donde se ha extraído
gran cantidad de información, logrando manejar
de mejor manera el cultivo y desarrollo así como la
comercialización de dicha madera (Holguín, 2015).
En la actualidad la explotación de la madera
produce un gran benecio comercial, pero a su vez
hace que la industria genere grandes cantidades
de residuos durante el procesamiento de la misma,
aproximadamente un 50% del total. Esos residuos
en muchas ocasiones son tratados inadecuadamente
por los campesinos y empresarios de la industria
al no disponer de una alternativa que permita
establecer un posible aprovechamiento. Por ello
se debe considerar beneciarse de las propiedades
atribuidas a esta especie con algún tipo de aplicación
(Abreu, Hardt, Branco de Freitas, & Moura, 2016).
Tal como fue demostrado por Rojas y Rodríguez
(2008) que evidenciaron el efecto antibacteriano
y bacteriostático del follaje de Tectona grandis L.f,
sobre bacterias Gram positivas, como B. subtilis
ATTC 6633, S. aureus, S. aureus (Camp) y M. luteus
(Rojas & Rodríguez, 2008)
En este trabajo se decidió continuar dichos
estudios microbiológicos, pero evaluando
especícamente la actividad antimicrobiana de los
extractos de la corteza con disolventes de distintas
polaridades: etanol, metanol, propanona y éter
de petróleo sobre especies de microorganismos
frecuentes como; Pseudomona aeruginosa,
Escherichia coli, Staphylococcus aureus y el hongo
Aspergillus niger.
II. MATERIALES Y MÉTODOS
La muestra de corteza se recolectó en el cantón Rio
Verde, Recinto el Achiote Provincia de Esmeraldas,
Ecuador. Se fragmentó en trozos pequeños, se trituro
y se conservó en desecadora hasta su utilización.
Para la preparación de los extractos se utilizó
el método de extracción por Soxhlet, técnica
desarrollada en 1897 y una de las más utilizadas para
la obtención de extractos a partir de especie vegetal.
en la actualidad utilizada como procedimiento de
referencia para la validación de otras técnicas más
actuales (Fidalgo-Used, Blanco-González, & Sanz-
Medel, 2007).
Para las extracciones se pesaron 25 g de la
muestra y 250 ml de disolvente por un tiempo de
4h. Al cabo de ese tiempo se retiró el extracto y se
ltró. Finalmente, el líquido se rotaevapora en un
equipo Heidolph Laborota 4001, hasta obtener
un concentrado. El procedimiento se repitió por
triplicado con cada disolvente: metanol, etanol,
acetona y éter de petróleo.
A cada uno de los extractos se le determinó el
contenido de solidos solubles, para ello se usaron
3 cápsulas de porcelana limpias y secas, en cada
una de ellas se colocaron 2ml de los extractos y se