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Volumen 12, Número 31, Septiembre-Diciembre 2019, pp. 116 - 127
a siete elementos fundamentales: principios, nes,
criterios, premisas, valores, conceptos y contextos.
• Los principios sustentan y posibilitan poner
en acción una propuesta educativa inteligente
y ética, sirviéndole de base conceptual y
marco de referencia estructural.
• Los nes de la educación son los propósitos
o intencionalidades fundamentales que
coneren sentido, dirección y orden a la
actividad educativa.
• Los criterios consisten en emisiones de juicios
basadas en procesos de discernimiento, que
permiten distinguir lo verdadero de lo falso,
lo correcto de lo incorrecto, lo que tiene
sentido de lo que no lo tiene.
• Las premisas son armaciones dadas como
ciertas, que sirven de base a un razonamiento
o discusión; su utilidad radica en que
permiten conocer los supuestos teóricos en
los que se sustenta un enfoque, un modelo o
una corriente curricular o pedagógica.
• Los valores, por su parte, aseguran la ética
y la excelencia humana de los agentes
educativos, así como la calidad de los
procesos y productos generados por dichos
agentes.
• Los conceptos son unidades básicas
de conocimiento que sirven de soporte
cientíco al modelo o enfoque educativo que
se pretende crear, adaptar o instaurar.
• Los contextos son los entornos, situaciones
o circunstancias que rodean a un
individuo, grupo o comunidad, inuyendo
signicativamente en su comportamiento
y en la manera de enfocar los problemas y
plantear las soluciones.
IV. DISCUSIÓN
Fundamentos losócos de la educación
Estos fundamentos tienen que ver con la
comprensión de la actividad educativa; es decir, con
su sentido y su signicación profunda, hecho que
hace referencia a los nes o propósitos orientadores
de la educación, a la satisfacción de necesidades, de
aspiraciones, de motivos, de intereses, de condiciones,
y al desarrollo de capacidades, de conocimientos
y de valores personales y comunitarios. Y todo
esto con el n de lograr la inserción activa y ecaz
de un individuo en la sociedad, que le permita una
convivencia armónica con sus semejantes. Eso es
precisamente lo que señaló John Dewey (1987) en su
conocido Credo Pedagógico:
Creo que el individuo, al que es preciso educar, es
un individuo social, y que la sociedad es una unión
orgánica de individuos. Si removemos del niño el
factor social, sólo nos queda una abstracción: si de
la sociedad removemos el factor individual, no nos
queda otra cosa que una masa inerte y sin vida.
Por eso la educación debe partir de una
comprensión psicológica de las capacidades, de los
intereses y de los hábitos del niño. Y, en cada uno
de sus pasos, se tiene que gobernar por referencia
a esas mismas consideraciones. Esas capacidades,
esos intereses y esos hábitos deben ser objeto de
interpretación continua; es preciso que sepamos
lo que signican. Y se los tiene que traducir en los
términos de sus equivalentes sociales, en los términos
de lo que pueden lograr en orden a un servicio social.
En el credo pedagógico de Dewey encontramos
tres palabras claves para entender el papel de la
Filosofía en la Educación, a saber: comprensión,
interpretación, signicación. La comprensión nos
remite a la reexión, la interpretación a la crítica y
la signicación al sentido. El losofar es un ejercicio
mental de reexión sobre realidades fácticas (cosas
y acaecimientos) y realidades existenciales (personas
y acontecimientos), una de las cuales es justamente
la educación, que trata de teorías y métodos, por
una parte, y de interrelaciones humanas, por otra.
De dicho ejercicio mental resultan losofías de la
educación; es decir, maneras plurales de concebir y
realizar el acto de educar. El losofar es también un
ejercicio mental de crítica; es decir, de discernimiento
y de validación de argumentos, de posiciones,
de hipótesis, de modelos y de metodologías
diversas, realizadas según criterios de racionalidad
múltiple y estudio de contextos especícos de
índole sociocultural. El losofar, nalmente, es un
ejercicio mental de dar sentido al pensar, al actuar
y al vivir cotidiano, entendido como establecer los
fundamentos y la dirección del pensamiento y de la
actividad humana.