Volumen. 5, Nº 9, diciembre 2021 - mayo 2022, pp. 29-38
Naranjo et al. Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con adenoma hiposario.
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Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con
adenoma hiposario productores de hormona del crecimiento
Main complicaons post-treatment in paents with pituitary adenoma
producing growth hormone
Resumen
Los adenomas hiposiarios son tumores intracraneales de carácter benigno originados en la porción anterior
de la hipósis, constuyendo así la patología más frecuente de las alteraciones de la silla turca en un 90%. Este
po de tumores presentan una gran variedad de manifestaciones clínicas que van a depender de la liberación
hormonal, entre ellas; galactorrea por exceso de prolacna, acromegalia o gigansmo por alteración de la hormona
de crecimiento, enfermedad de Cushing por la ACTH, hiperroidismo por TSH y trastornos de hormonas sexuales
FSH–LH. La acromegalia es una enfermedad endocrinológica rara caracterizada por un desorden metabólico de
la hormona del crecimiento y la consecuente elevación del factor de crecimiento similar a la insulina, representa
también un gran reto clínico para los endocrinólogos y quirúrgico para los neurocirujanos, sin embargo, en manos
expertas se puede lograr una remisión de hasta el 80%. En el presente trabajo invesgavo se realizó un estudio
descripvo, retrospecvo, transversal en pacientes registrados con diagnósco de tumores benignos de hipósis
y acromegalia que fueron admidos por el servicio de endocrinología, neurocirugía y neurología en el Hospital
Teodoro Maldonado Cabo durante enero 2011-diciembre 2019. Se obtuvo como resultado un ligero predominio
femenino con el 54%, y la edad más frecuente de 65-67 años. Dentro de la sintomatología y efectos clínicos más
frecuentes se encontraron la cefalea, alteraciones acrales y faciales, catalogando el 21% con Hardy ID. El 88% de los
pacientes recibieron Octeotride, el 45,5% recibieron tratamiento quirúrgico y radiocirugía con una tasa de recidiva
del 41%.
Palabras Clave: acromegalia; adenoma cromófobo; enfermedades de la hipósis, adenohipósis.
Abstract
Pituitary adenomas are benign intracranial tumors originang in the anterior poron of the hypophysis, thus
constung the most frequent pathology of alteraons of the sella turcica in 90%. This type of tumors presents a
great variety of clinical manifestaons that will depend on the hormonal release, among them; galactorrhea due
to excess prolacn, acromegaly or gigansm due to growth hormone alteraon, Cushing's disease due to ACTH,
hyperthyroidism due to TSH and sex hormone disorders FSH-LH. Acromegaly is a rare endocrinological disease
characterized by a metabolic disorder of growth hormone and the consequent elevaon of insulin-like growth factor,
it also represents a great clinical challenge for endocrinologists and surgical for neurosurgeons, however in expert
hands a remission of up to 80% can be achieved. In the present research work, a descripve, retrospecve, cross-
seconal study was carried out in registered paents with a diagnosis of benign pituitary tumors and acromegaly
who were admied by the endocrinology, neurosurgery and neurology service at the Teodoro Maldonado Carbo
Hospital during the period January 2011-December 2019. The result was a slight female predominance with 54%,
the most frequent age was 65-67 years. Within the most frequent symptoms and clinical eects were headache,
acral and facial alteraons, cataloging the 21 % with Hardy ID. 88% of the paents received Octeotride, 45.5%
received radiosurgery treatment with a recurrence rate of 41%.
Keywords: acromegaly; adenoma chromophobe; pituitary diseases; pituitary gland.
Sara Naranjo Velasco
1
; Andrea Chica Vergara
2
; Edgar Naranjo Merchán
3
(Recibido: sepembre 1, Aceptado: noviembre 12, 2021)
hps://doi.org/10.29076/issn.2602-8360vol5iss9.2021pp29-38p
1
Médico. Puesto de Salud Río Negro, Santa Rosa, Ecuador. Email: s.naranjo.velasco@gmail.com. ORCID: hps://orcid.org/0000-0001-8081-
0828
2
Médico. Clínica Virgen de Guadalupe, Ecuador. Email: nathalychik@ hotmail.com. ORCID: hps://orc id.org/0000-0002-4832-064X
3
Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Cirugía General. Clínica Virgen de Guadalupe, Ecuador. Universidad Estatal de Milagro, UNEMI,
Ecuador. Email: enaranjom5@ unemi.edu.ec. ORCID: hps://orc id.org/0000-0002-7520-4820
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Naranjo et al. Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con adenoma hiposario.
INTRODUCCIÓN
Los adenomas hipofisiarios (AH) son
tumores intracraneales de procedencia
benigna de la porción anterior de la hipófisis
(adenohipófisis), siendo la patología más
frecuente de las alteraciones de la silla
turca, constituyendo el 90%, las cuales
representan a nivel general el 10-15% de los
tumores cerebrales, presentándose varias
rutas clínico-patológicas dependientes de la
producción hormonal específica.
A nivel internacional se habla de una
presentación de las alteraciones clínicas de
la AH productor de hormona de crecimiento
con un promedio de 69 por cada millón de
habitantes, en España se reportan 2.5 por
cada millón de habitantes, en ciudades de
Latinoamérica como México se determinan
de 10 a 15 casos por millón de habitantes,
mientras que en estudios publicados sobre la
epidemiología de nuestro país en la ciudad
de Guayaquil durante el período 2000 al 2014
se registró una prevalencia de 18.7 casos por
millón de habitantes (1).
Los desencadenantes genéticos son una causa
importante del desarrollo de AM, contenidos
en enfermedades sindrómicas, siendo la
más común la proteína que interactúa con
el receptor de hidrocarbonos (PIRH) (2),
acrogigantismo ligado al cromosoma X,
síndrome de McCune-Albright, complejo de
Carney y la neoplasia endocrina múltiple tipo
1, todas aparecen en este orden creciente de
frecuencia (3).
Se diferencian histológicamente, por su
actividad hormonal y su espectro clínico en
donde la secreción endógena de hormona
del crecimiento estimula a nivel hepático la
formación de IGF-I (factor de crecimiento
insulínico tipo 1); los niveles séricos elevados
de estas dos hormonas confirman el
diagnóstico de acromegalia y funciona a su vez
como marcador de remisión de la enfermedad
(4) conformando así una endocrinopatía
que altera la función metabólica incluyendo
modificación de la glicemia, cambios en la
resistencia a la insulina y una hemoglobina
glicosilada elevada aumentado el riesgo de
diabetes mellitus (5) además del crecimiento
de porciones acrales. Cuando esta no tiene
un tratamiento adecuado causa una gran
cifra de complicaciones cerebrovasculares,
cardiovasculares, respiratorias, renales y
oncológica disminuyendo la esperanza de
vida. (6). A pesar de tener una naturaleza
benigna los THA tienden a invadir áreas de
complejidad anatómica magna como fosa
pituitaria, quiasma óptico, carótidas internas,
seno cavernoso (7) que cursa con afección de
los pares craneales adyacentes demostrando
síntomas de compresión del III, IV, VI par
craneal, acá la importancia del diagnóstico y
tratamiento oportuno (8).
El espectro de presentación clínica de los AH
es variado, encontrándose con gigantismo en
la niñez o adolescencia y acromegalia (AM)
en la edad adulta debido a la producción
desmedida de hormona del crecimiento
(GH), galactorrea, amenorrea e infertilidad
con la hiperproducción de prolactina (PR),
hipertiroidismo por la tirotropina (TR),
enfermedad de Cushing con los niveles altos
de corticotropina (ACTH), hiperestimulación
ovárica con las gonadotropinas (GT) (9).
De todos estos problemas de salud se
ha enfocado el desarrollo del tema en la
enfermedad por producción descontrolada
de la hormona de crecimiento (10).
El tejido óseo es un sistema que se mantiene
en constante remodelación con acción
de los osteoclastos que reabsorben y los
osteoblastos que son los formadores de
hueso. Para que haya una homeostasis es
crucial el equilibrio entre estas funciones, en
la AM existe una sobre estimulación por la GH
que ocasiona una mayor acción osteoblástica
con una formación ósea excesiva, pero de
mayor fragilidad. Entre el 70 al 80% de los
pacientes con AM presentan osteoporosis
a nivel el cuello femoral y el 50 al 60% de
casos presenta osteoporosis lumbar, la cual,
podría verse comprometida con fractura
vertebral en 4 de cada 10 pacientes con
esta alteración ósea (11). La GH se acopla a
diferentes receptores de somatostatina (RS),
de los cuales, predominan el RS2-RS5 que
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Naranjo et al. Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con adenoma hiposario.
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desempeñan un papel regulador negativo en
la producción de GH y consecuentemente de
IGF-1, por ello se usan los análogos de los RS
afines (12).
Los tumores de la AH pueden clasificarse si son
o no secretores, mientras que los funcionantes
se encasillan por su espectro clínico por la
dependencia hormonal de cada uno, además
pueden ser clasificados por su tamaño en
micro adenoma (menores a 1 cm en su eje
transversal) y macro adenoma (mayor a 1 cm
en su eje transversal); y si trepanan la silla
turca en invasivos y no invasivos (13). Por sus
características anatómicas e imagenológicas
se utiliza la Clasificación de Hardy que mide
el crecimiento tumoral y la irrupción a tejidos
próximos y distantes, mientras que para
la invasión del seno cavernoso se utiliza la
clasificación de Knosp. (14). Considerando la
existencia de AH ectópicos originarios de la
bolsa de Rathke por migración de las células
pueden implantarse y desarrollarse en áreas
como la región supraselar, dentro del seno
esfenoidal, el seno cavernoso y en menor
frecuencia en el clivus (15).
Un diagnóstico oportuno es la base inicial
del tratamiento; pasando por un diagnóstico
clínico, de exámenes complementarios
laboratorio de GH y IGF-1 e imagenológicos
como la resonancia magnética nuclear,
priorizando los niveles basales y dinámicos,
dependiendo del tipo de las alteraciones
hormonales (16). La tasa de mortalidad
resulta elevada en comparación a la población
general con un 1,5 a 3 veces la tasa habitual,
generalmente por alteraciones cardio-
cerebrovasculares reduciendo la expectativa
de vida en 10 años (17).
Los objetivos del tratamiento en la
acromegalia son: normalización hormonal
(IGF-1, GH), control de crecimiento y
compromiso tumoral, preservación de
funcional pituitaria remanente, mejoría
clínica, mejor manejo de comorbilidades y
reducción de la mortalidad (18). Se manejan
tres modalidades en el tratamiento: el
quirúrgico, el médico y la radioterapia,
siendo la primera a elección; sin embargo,
aproximadamente el 50% de los casos son
inoperables, estos pacientes son sometidos
a tratamiento médico y posteriormente
terapia con radiación (19). El tratamiento con
somatostatina ha demostrado una reducción
en el volumen tumoral pituitario ya sea este
tratamiento primario o previo a cirugía (20).
La resección quirúrgica transesfenoidal en
la técnica a elección para THA productor
de GH, la tasa de eficacia, valorando la
reducción de carga hormonal es alta en
micro–macro adenomas intraselares de
aproximadamente el 60 al 80%, dicha tasa
disminuye monumental y gradualmente
cuando existe compromiso a estructuras
vecinas a la fosa hipofisiaria hasta alcanzar
el 0% en adenomas gigantes (21). El éxito
de un abordaje quirúrgico depende de la
localización, el tamaño tumoral y la invasión
de éste, siendo factores que determinan
la posibilidad de resección completa (22).
La irrupción THA a tejidos vecinos es el
primordial factor asociado a los resultados
postquirúrgicos relacionada al pronóstico
de los pacientes con AM (23). La terapia con
radiocirugía estereostática toma importancia
en los casos de pacientes con AM que fueron
sometidos a cirugía y se evidenció tumor
residual o recurrente (24).
El presente estudio se encuentra encaminado
a enfocar la importancia de la suspicacia
clínica y el diagnóstico precoz de masa en
silla turca y la búsqueda orientada de niveles
hormonales alterados dentro del diferencial
de AH, con la finalidad de establecer un
tratamiento adecuado en el tiempo oportuno
para reducir las posibles complicaciones de
los tratamientos médicos o quirúrgicos.
METODOLOGÍA
Se realizó un estudio descriptivo,
retrospectivo, de cohorte transversal,
cualitativa y cuantitativa. Se utilizó la
revisión de las historias clínicas en el sistema
AS400 del Hospital Teodoro Maldonado
Carbo, provincia del Guayas - Ecuador,
de pacientes registrados con diagnóstico
tumores benignos de hipófisis y acromegalia
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Naranjo et al. Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con adenoma hiposario.
que fueron admitidos por el servicio de
endocrinología, neurocirugía y neurología en
el período enero 2011 a diciembre 2019. La
población estuvo constituida por un total de
82 pacientes, de los cuales se seleccionaron
los que fueron ingresados con diagnóstico de
Acromegalia, correspondiendo a una muestra
de 67 pacientes. Para el análisis estadístico
se utilizó el programa SPSS versión 25. El
análisis incluyó medidas de dispersión y
tendencia central para variables continuas;
frecuencias absolutas y porcentajes para
variables categóricas. El análisis bi-variado
se usó para evaluar la diferencia de medias
entre variables continuas mediante la prueba
de análisis de varianza; así como asociación
entre variables categóricas mediante la
prueba de Chi cuadrado. Se consideró un
nivel de significancia del 5%.
RESULTADOS
La edad más frecuente de los pacientes
con diagnóstico de adenoma hipofisiario
fue de 65 y 67 años con 4.6% cada uno,
presentando una media de 56,04 años, una
mediana de 58 años y moda de 65 años, con
desviación estándar de 15,438. Con respecto
al grupo etario se demuestra que con mayor
frecuencia se encuentra los pacientes entre
46 y 65 años (Figura 1). Encontrándose con
ligero predominio del sexo femenino con el
54% y el 46% al masculino de los pacientes
con diagnóstico de adenoma hipofisario
productor de GH.
Dentro del tratamiento que se aplicó a los 67
pacientes que conforman la muestra, el 88.1%
recibió tratamiento con octreotide, 44.8% se
sometió a extirpación quirúrgica y solo el
29,9% recibió tratamiento coadyuvante con
radiocirugía. Tabla 1.
Las complicaciones que presentaron los
pacientes con diagnóstico de adenoma
hipofisiario productor de GH posterior a
recibir tratamiento médico-quirúrgico fueron
en primer lugar la recidiva del tumor en un
41,8%, seguida del desarrollo de diabetes
insípida y la alteración de las glándulas
suprarrenales con un 9% cada una, y, por
último, solo se presentó fístula de LCR en el
4.5% de los pacientes (Tabla 2). En cuanto a
la mortalidad de los pacientes diagnosticados
con Acromegalia admitidos y tratados en
el Hospital Teodoro Maldonado Carbo en
el periodo 2011-2019, el porcentaje de
fallecidos fue del 13,4%.
Relación entre el desarrollo de diabetes
insípida y el tratamiento médico-quirúrgico
Se aplicó la prueba Chi cuadrado con un
nivel de confianza del 95% y un nivel de
significancia del 5%, obteniendo un valor
χ
2
calculado
(8,128) mayor al valor χ
2
crítico
(3,841).
Con valor estadístico significativo (p=0,004)
se puede señalar que se acepta H1: Existe
relación estadística entre el desarrollo de
Figura 1. Grupos etarios con diagnóstico de adenoma
hipofisiario productor de GH
Tabla 1. Tratamiento aplicado a los pacientes
Tabla 2. Complicaciones posteriores al tratamiento.
Tratamiento Si No
Octeotride 88,10% 11,90%
Radiocirugía 29,90% 70,10%
Exrpación quirúrgica 44,80% 55,20%
Complicación Si No
Recidiva en el crecimiento
tumoral
41,8% 58,2%
Presencia de diabetes
insípida
9,0% 91,0%
Alteración de la glándula
suprarrenal
9,0% 91,0%
Presencia de stula de LCR 4,5% 95,5%
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Naranjo et al. Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con adenoma hiposario.
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Diabetes Insípida y el tratamiento médico-
quirúrgico, concluyendo que el desarrollo
de diabetes insípida es dependiente del
tratamiento médico-quirúrgico; teniendo
Relación entre las alteraciones de la
glándula suprarrenal y el tratamiento
médico-quirúrgico
A partir de la prueba Chi cuadrado con un
nivel de confianza del 95% y un nivel de
significancia del 5%, se acepta H1: Existe
relación estadística entre las alteraciones
de la glándula suprarrenal y el tratamiento
médico-quirúrgico ya que se obtuvo un
valor χ
2
calculado
(8,128) mayor al valor χ
2
crítico
que 6 de los pacientes que fueron sometidos
a terapia con octreotide y extirpación
quirúrgica del adenoma desarrollaron como
complicación diabetes insípida. Ver Tabla 3.
Tabla 3. Tratamiento médico-quirúrgico vs presencia de diabetes insípida
Tabla 4. Tratamiento médico-quirúrgico vs. alteración de la glándula suprarrenal
Recuento: Presencia de Diabetes insípida
No Si Total
Tratamiento médico- quirúrgico
No 37 0 37
Si 24 6 30
Total 61 6 67
Pruebas Chi-cuadrado
Valor Df
Signicación asintóca
(bilateral)
Signicación
exacta (bilateral)
Signicación
exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 8,128a 1
Corrección de connuidad 5,86 1
Razón de verosimilitud 10,377 1
Prueba exacta de Fisher 0,006 0,006
Asociación lineal 8,007 1 0,005
N de casos válidos 67
Recuento: Alteración de la glándula suprarrenal
No Si Total
Tratamiento médico- quirúrgico
No 37 0 37
Si 24 6 30
Total 61 6 67
Pruebas Chi-cuadrado
Valor Df
Signicación asintóca
(bilateral)
Signicación
exacta (bilateral)
Signicación
exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 8,128a 1 0,004
Corrección de connuidad 5,86 1 0,015
Razón de verosimilitud 10,377 1 0,001
Prueba exacta de Fisher 0,006 0,006
Asociación lineal 8,007 1 0,005
N de casos válidos 67
(3,841), con un valor p menor a 0,05 (valor
estadístico significativo p=0,004). Por lo que
se demuestra que las alteraciones de las
glándulas suprarrenales son dependientes del
tratamiento médico-quirúrgico. En el estudio
6 de los pacientes que fueron sometidos
a extirpación quirúrgica del adenoma
asociada a tratamiento con octreotide previo
presentaron alteraciones en las glándulas
suprarrenales. Ver Tabla 4.
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Naranjo et al. Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con adenoma hiposario.
Relación entre el desarrollo de fístula de
LCR y el tratamiento médico-quirúrgico
A partir de la prueba Chi cuadrado con un
nivel de confianza del 95% y un nivel de
significancia del 5%, se obtuvo un valor
χ
2
calculado
(3,873) mayor al valor χ
2
crítico
(3,841),
con un valor p menor a 0,05 (valor estadístico
significativo p=0,049), por lo tanto se acepta
H1: Existe relación estadística entre el
Relación entre el tamaño tumoral y la
presencia de alteraciones visuales
A partir de la prueba Chi cuadrado con un
nivel de confianza del 95% y un nivel de
significancia del 5%, se obtuvo un valor
χ
2
calculado
(2,032) menor al valor χ
2
crítico
(3,841),
con un valor p mayor a 0,05 (valor estadístico
significativo p=0,154), por lo tanto se
acepta H0: No existe relación estadística
Tabla 5. Tratamiento médico-quirúrgico vs. presencia de fístula de LCR
Recuento: Presencia de stula de LCR
No Si Total
Tratamiento médico- quirúrgico
No 37 0 37
Si 27 3 30
Total 64 3 67
Pruebas Chi-cuadrado
Valor Df
Signicación asintóca
(bilateral)
Signicación
exacta (bilateral)
Signicación
exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 3,873a 1 0,049
Corrección de connuidad 1,888 1 0,069
Razón de verosimilitud 4,995 1 0,025
Prueba exacta de Fisher 0,085 0,085
Asociación lineal 3,816 1 0,051
N de casos válidos 67
desarrollo de la fístula LCR y el tratamiento
médico-quirúrgico. Concluyendo que el
desarrollo de fístulas del LCR son dependiente
del tratamiento médico-quirúrgico. En
este estudio 3 de los pacientes que fueron
sometidos a extirpación quirúrgica del
adenoma posterior al tratamiento con
octreotide desarrollaron fístula del LCR. Ver
Tabla 5.
entre el tamaño tumoral y la presencia de
alteraciones visuales. Concluyendo que no
existen relación entre el tamaño tumoral y
la presencia de alteraciones visuales, ya que
26 de los 42 pacientes con macroadenoma
desarrollaron alteraciones visuales y 11 de
los 25 pacientes con microadenoma también
desarrollaron alteraciones visuales. Ver Tabla
6.
Volumen. 5, Nº 9, diciembre 2021 - mayo 2022, pp. 29-38
Naranjo et al. Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con adenoma hiposario.
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Tabla 6. Tamaño tumoral vs. alteraciones visuales
Tabla 7. Tamaño tumoral vs. alteraciones visuales
Recuento: Alteraciones Visuales
No Si Total
Tamaño tumoral
Microadenoma 14 11 25
Macroadenoma 16 26 42
Total 30 37 67
Pruebas Chi-cuadrado
Valor Df
Signicación
asintóca (bilateral)
Signicación
exacta (bilateral)
Signicación
exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 2,032a 1 0,154
Corrección de connuidad 1,372 1 0,241
Razón de verosimilitud 2,032 1 0,154
Prueba exacta de Fisher 0,206 0,121
Asociación lineal 2,001 1 0,157
N de casos válidos 67
Recuento: Alteraciones Visuales
No Si Total
Tamaño tumoral
Microadenoma 9 16 25
Macroadenoma 5 37 42
Total 14 53 67
Pruebas Chi-cuadrado
Valor Df
Signicación
asintóca (bilateral)
Signicación
exacta (bilateral)
Signicación
exacta (unilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 5,505a 1 0,019
Corrección de connuidad 4,153 1 0,042
Razón de verosimilitud 5,351 1 0,021
Prueba exacta de Fisher 0,029 0,022
Asociación lineal 5,422 1 0,020
N de casos válidos 67
Relación entre el tamaño tumoral y el
desarrollo de crecimientos acrales
A partir de la prueba Chi cuadrado con un
nivel de confianza del 95% y un nivel de
significancia del 5%, se obtuvo un valor
χ
2
calculado
(5,505) mayor al valor χ
2
crítico
(3,841),
con un valor p menor a 0,05 (valor estadístico
significativo p=0,019), por lo tanto se acepta
H1: Existe relación estadística entre el tamaño
tumoral y el desarrollo de crecimientos
acrales. Concluyendo que existe relación
de dependencia entre el tamaño tumoral
y el desarrollo de crecimientos acrales;
en el estudio 37 de los 42 pacientes que
presentaron macroadenomas desarrollaron
crecimientos acrales. Ver Tabla 7.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos por Loachimescu
et al (25) con un total de 112 pacientes
evidenciaron una ligera inclinación hacia
el sexo femenino con un 52%, al igual que
en presente trabajo, pero con un 54%.
Reportando un promedio de 11,2 ng/dl de
GH previo a tratamiento médico-quirúrgico,
mientras que en esta investigación reportó
una GH media significativamente alta previa
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Naranjo et al. Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con adenoma hiposario.
al tratamiento de 90,07 ng/ml. Además, en
estudio en comparación demostró el 24,1%
fueron microadenomas y el 78,6% fueron
encasillados como macroadenomas, en
nuestros participantes no fueron encasillados
por la clasificación volumétrica, pero si por
Hardy siendo el 33% de los pacientes Hardy
I extrapolándolo a los microadenomas, cuyos
cambios con respecto a los niveles de GH
en ambas investigaciones son inversamente
proporcional al tamaño tumoral.
Franco et al (26) en un estudio realizado
en Guayaquil, Ecuador, en el rango de año
2000- 2014 demostraron, a partir de una
muestra de 48 pacientes, una inclinación
hacia el sexo femenino en un 64.5%, una
edad media de 47.3 años. Donde el 81% de
los pacientes recibió tratamiento quirúrgico,
12% tratamiento farmacológico y sólo un
paciente recibió radiocirugía. Comparándolo
con el presente estudio, afortunadamente de
la misma región, se recolectaron datos de 5
años en comparación con los 14 años de (26),
coincidiendo en la predominancia del sexo
femenino pero con un 54% con una media
de edad de 56 años. En este estudio el 88,1%
de los pacientes recibió tratamiento médico,
el 45,5% recibió tratamiento quirúrgico
y el 29,9% fue sometido a radiocirugía,
reportando pacientes mayores en edad y
un gran número de pacientes sometidos a
terapia médica evitando el acceso quirúrgico
por razones no reportadas en la recolección
de datos.
Anik et al (27) en su estudio publicado en
el año 2017 sobre el abordaje endoscópico
transesfenoidal con 401 pacientes con
diagnóstico de AM refleja que el 53% de los
pacientes fueron mujeres versus el 47% del
sexo masculino, manteniendo el predominio
femenino como en este estudio, con una
media de 41 años vs la media de 56 años
de esta investigación, habiendo invasión del
seno cavernoso en un 21% según la escala de
Knops (III - IV), extrapolando la clasificación
de Hardy reportó un 16% de invasión al seno
cavernoso, con niveles de GH preoperatorios;
mayor de 60ng/dl en el 7% y una recuperación
del 37%, en contraste con los altos niveles de
GH preoperatoria encontrados en nuestra
muestra con una media de 90 ng/dl de la
totalidad de los pacientes.
Beltrame et al (28) en un análisis retrospectivo
con 140 participantes, registraron que el
78,6% de los casos fueron macroadenomas
con invasión de 56,4% del seno cavernoso,
extrapolados con la clasificación de Hardy
en este estudio se demostró que macro
adenomas fueron el 44% de los cuales el 16
% invadieron el seno cavernoso.
Mediante una revisión sistemática en 52
series de casos desde 1976 a 2016, que
abarcaron 4375 pacientes, Chen et al (29)
encontraron tasas de remisión posterior al
tratamiento médico y a la cirugía a corto
y largo plazo, ya sea microquirúrgico o
endoscópico entre 57-69% con un rango de
2,3-3,% de los pacientes presentando fistula
de líquido cefalorraquídeo, mientras que
en este estudio se reportó que en 9% de
los pacientes sometidos a cirugía posterior
al tratamiento médico presentaron fistula
de LCR; abriendo cuestionamientos de los
factores que influyeron en la presentación
de esta complicación aun sabiendo que el
45% de los pacientes recibieron tratamiento
quirúrgico. Por otro lado, Carvalho et al
(30) posterior a cirugía por acromegalia
encontraron que el 12,5% de pacientes
desarrollaron diabetes insípida en contraste
con el 41,8% de los pacientes del presente
estudio que presentó dicha alteración.
CONCLUSIONES
Los tratamientos aplicados en los pacientes
con adenoma hipofisiario productor de GH en
este estudio fueron tratamiento médico con
octreotide el 88,1%, 29,9% tratamiento con
radiocirugía y 44,8% extirpación quirúrgica.
De acuerdo con la clasificación de Wilson
Hardy el 20,9% de los pacientes fueron
clasificados con Hardy ID, seguido del 14.9%
en Hardy IIIB, el 11,9% en Hardy IA y el 10,4%
en Hardy IIE. Los pacientes que se sometieron
a tratamiento médico-quirúrgico presentaron
complicaciones como desarrollo de diabetes
Volumen. 5, Nº 9, diciembre 2021 - mayo 2022, pp. 29-38
Naranjo et al. Principales complicaciones posterior al tratamiento en pacientes con adenoma hiposario.
37
insípida y alteraciones de las glándulas
suprarrenales en un 9%, y desarrollo de
fístula del LCR en el 4,5%. Se demuestra que
existe una relación entre el tamaño tumoral
y el desarrollo de crecimientos acrales, en
aquellos pacientes con macroadenomas (37
de 42 pacientes con macroadenomas). No
se encontró relación entre las alteraciones
visuales y el tamaño tumoral (11 de 25
pacientes con microadenomas y 26 de 42
pacientes con macroadenomas presentaron
alteraciones visuales).
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