El mundo atraviesa un problema de salud pública
alarmante, debido a la resistencia múltiple a
los antimicrobianos responsable en el mundo
de 700.000 defunciones anuales de los cuales
230.000 son por tuberculosis multirresistentes.
Las enterobacterias son los principales
microorganismos causantes de infecciones
tanto a nivel comunitario como hospitalario.
La Organización Panamericana de la Salud/
Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS), de
acuerdo a estudios realizados establecieron los
niveles de resistencia a diferentes generaciones
de antibióticos y que ponen en riesgo la salud de
la población. La resistencia a cefalosporinas de
tercera generación, mediada principalmente por
la producción de beta-lactamasas de espectro
extendido (BLEEs), es un problema creciente
en Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae
productora de carbapenemasa tipo (KPC) que
se identicó por primera en Estados Unidos
en 1996. La KPC se caracteriza por ocasionar
infecciones convirtiéndose en un problema de
salud mundial por transmitirse de manera fácil,
usándose regularmente colistina, tigeciclina o
aminoglucósidos.
En la Asamblea de la Organización Mundial
de la Salud que se llevó a cabo en el 2015,
se consensuó la necesidad de un plan de
acción global para combatir la resistencia a
los antimicrobianos, que involucre a países de
todas las regiones y que apunte a concientizar,
educar y optimizar el uso de los antimicrobianos,
reducir la incidencia de la infección hospitalaria
y la diseminación de los microorganismos
resistentes, y asegurar una sostenible inversión
para la lucha contra la resistencia antimicrobiana.
América Latina no escapa a esta problemática,
que se considera extremadamente difícil de
vencer, pero posible si se encaminan todos
los esfuerzos. Para ello debe atenderse al
cumplimiento de las orientaciones de los expertos
de la OMS y a los programas derivados creados
en todos los países, con sus particularidades
propias.
Las investigaciones sobre resistencia a los
antimicrobianos deben fortalecerse, para conocer
porqué se producen y potenciar la producción
de nuevos fármacos; y de esta manera
contrarrestar el ataque de los microrganismos
multirresistentes que cada vez se fortalecen
más por el uso indiscriminado de antibióticos en
las diferentes unidades hospitalarias, dejando
sin alternativas para el tratamiento terapéutico y
disminuyendo su ecacia, por ende prolongando
la estancia hospitalaria y aumentando el riesgo
de mortalidad.
Es importante que Ecuador despierte ante
este grave problema de salud pública mundial,
decretado en el 2020 por la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y la Organización
Panamericana de Salud (OPS). La cultura
e idiosincrasia de la población ecuatoriana
es un factor predisponente que conlleva a
la multirresistencia antimicrobiana, cabe
mencionar que la automedicación empírica de
la población en general es elevada, debido a
que no existe regulación ni scalización en la
comercialización de antimicrobianos por cuanto
es fácil comprarlos sin receta médica y esto no
permite controlar las infecciones oportunamente.
Los profesionales de salud deben reexionar
ante la sentida necesidad del mundo en el
uso racional de los antimicrobianos, además
fortalecer el Programa de Optimización de
uso de Antimicrobianos (PROA) en todas
las unidades hospitalarias de Ecuador como
estrategia para tratar de contener la propagación
de los microorganismos multirresistentes.
Editorial
Impacto de las bacterias que presentan multirresistencia
a los antimicrobianos
FACSalud UNEMI. Volumen. 5, Nº 9, diciembre 2021 - mayo 2022, pp. 03
3 │
MSc. Betty Pazmiño Gómez
Profesor Titular UNEMI
Investigador Agregado 2 Senescyt