Volumen 7, Nº 12, junio - noviembre 2023, pp. 67-72
Aguirre Espinoza et al. Valoración de riesgo nutricional.
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Rica, Cuba, México, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana, Uruguay, Puerto Rico y
Venezuela), aproximadamente el 50,2% de los
pacientes hospitalizados presentaron algún po
de desnutrición de acuerdo con la Evaluación
Global Subjeva (7).
En Ecuador el Estudio Lanoamericano de
Desnutrición (ELAN) en lo relacionado con
la desnutrición hospitalaria en los hospitales
públicos en el período 2011-2012 encontró una
tasa de desnutrición del 37,1%, la misma se
relaciona con la escolaridad, edad y presencia
de enfermedades catastrócas. Se aplicó en
pacientes de 36 hospitales públicos de 23
provincias del país (8).
Un buen estado nutricional es clave en la
evolución del paciente hospitalizado. La
desnutrición hospitalaria se asocia a un
incremento de la morbilidad y la mortalidad, que
repercute en peor calidad asistencial (estancia
prolongada y mayor probabilidad de reingreso),
e incremento del gasto económico. A nivel
comunitario implica más visitas y atenciones en
el hogar, lo cual también repercute en el gasto
de salud en general (9).
En el área de internación del Hospital General
Reina del Cisne no hay un departamento de
nutrición clínica; actualmente se aenden
pacientes con diversas patologías, no es parte
del protocolo el uso de cribados como el NRS-
2002 para determinar riesgo nutricional.
CONCLUSIONES
La población ene una distribución de rangos
de edad variado, se destacó que el rango con
mayor riesgo de desnutrición es el de los adultos
mayores (>60 años). En el Hospital General
“Reina del Cisne”, de acuerdo con la aplicación
del cribado Nutrional Risk Screening (NRS-
2002) se idencó que el 49,18% de los pacientes
que ingresaron a Internación se encuentran en
riesgo de desnutrición.
Con el resultado del IMC se pudo detectar
que el 50,8% de los pacientes se encontraban
en normopeso, y un 27,87% en sobrepeso y
obesidad. En cuanto al indicador Circunferencia
de cintura, se evidenció un 42,63% en riesgo
elevado y muy elevado. Estos indicadores
antropométricos no deberían ser ulizados
como único diagnósco de desnutrición, siendo
necesario completarlo con otras valoraciones
nutricionales, como lo fue en este caso el
cribado nutricional NRS-2002. Es una situación
llamava que indica la importancia de ulizar
esta herramienta.
El uso de tecnología aplicada a la nutrición
como la bioimpedancia, mostró resultados muy
relacionados a los antropométricos, a pesar de
que existe un 36,1 % de pacientes en camino
al sobrepeso (36,1% aceptable), el riesgo
nutricional es inminente. Un promedio de 57,4%
de pacientes, se encuentran con un rango bajo
de músculo esqueléco, de este porcentaje el
40,98% también fueron idencados con riesgo
de desnutrición, mostrando así una estrecha
relación con la pérdida muscular que ocurre en
los pacientes con riesgo.
Se comprobó que los pacientes ingresados en el
área de internación sí presentan alteración en su
composición corporal y riesgo de desnutrición.
REFERENCIAS
1. Cederholm T, Barazzoni R, Austin P,
Ballmer P, Biolo G, Bischoff SC, et al.
ESPEN guidelines on definitions and
terminology of clinical nutrition. Clin
Nutr. 2017;36(1):49-64.
2. Peláez RB. Desnutrición y enfermedad.
Nutr Hosp Organo of Soc Esp Nutr
Parenter Enter. 2013; 6(Extra 1):10-23.
3. García Almeida JM, García García C,
Bellido Castañeda V, Bellido Guerrero D,
García Almeida JM, García García C, et al.
Nuevo enfoque de la nutrición. Valoración
del estado nutricional del paciente:
función y composición corporal. Nutr
Hosp. 2018; 35(SPE3):1-14.
4. Kondrup J, Rasmussen HH, Hamberg O,
Stanga Z, Ad Hoc ESPEN Working Group.
Nutritional risk screening (NRS 2002):
a new method based on an analysis of
controlled clinical trials. Clin Nutr Edinb
Scotl. 2003; 22(3):321-36.
5. Milla Tobarra M, López Oliva S, Alía
Moreno M, Marín Guerrero AC, Blanco
Samper B, Milla Tobarra M, et al.