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Suqui Pandi y Carrera Aguirre. Estado nutricional de los estudiantes entre 4 y 9 años
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Estado nutricional de los estudiantes entre 4 y 9 años de la Unidad
Educava Víctor Albornoz: Un análisis integral para el bienestar estudianl
Nutrional status of students between 4 and 9 years of age at the Victor
Albornoz School: A comprehensive analysis for student welfare
Resumen
La desnutrición se presenta como un desao crucial que impacta signicavamente en la salud y el desarrollo de la población.
Este país, caracterizado por su singular diversidad, se enfrenta a dos manifestaciones de desnutrición: crónica y aguda, que se
encuentran relacionados por diferentes factores. Se planteó como objevo evaluar el estado nutricional de los estudiantes de la
Unidad Educava Víctor Albornoz, entre 4 y 9 años, mediante el análisis de los percenles de peso/talla y talla/edad, establecidos
por la Organización Mundial de la Salud, con el n de comprender la situación nutricional de la población estudianl. Mediante
un estudio de po descripvo, cuantavo y transversal. A parr de una muestra de 280 basada en el cálculo de muestreo en
una población nita de 1177 correspondiente al esmado de pacientes pediátricos en la parroquia San Joaquín durante el año
2023. Se analizó la información para determinar los percenles de peso/talla y talla/edad empleando el código de programación
Who antro plus. Se estableció el estado nutricional para percenl peso/talla de acuerdo con la escala: Desnutrición aguda: <5 /
Normal: 5-95 / Sobrepeso: >95. Se estableció el estado nutricional para percenl talla/edad de acuerdo con la escala: Desnutri-
ción crónica: <5 / Normal: ≥5. Los resultados en el análisis global, de la población total, el 25.71% manene un desarrollo ponde-
ral normal, el 73.92% se clasica como sobrepeso, y solo un mínimo 0.35% enfrenta desnutrición aguda.
Palabras clave: desnutrición; edad; estado nutricional; factores de riesgo; peso; talla.
Abstract
Malnutrion is presented as a crucial challenge that signicantly impacts the health and development of the populaon. This
country, characterized by its unique diversity, faces two manifestaons of malnutrion: chronic and acute, which are related by
dierent factors. The objecve of this study was to evaluate the nutrional status of the students of the Victor Albornoz School,
between 4 and 9 years old, through the analysis of weight/height and height/age percenles, established by the World Health
Organizaon, in order to understand the nutrional situaon of the student populaon. Through a descripve, quantave and
cross-seconal study. From a simple of 280 based on the calculaon in a nite populaon of 1177 corresponding to the esma-
ted number of pediatric paents in the San Joaquin parish during the year 2023. The informaon was analyzed to determine the
weight/height and height/age percenles using the Who antro plus programming code. Nutrional status was established for
weight/height percenle according to the following scale: Acute malnutrion: <5 / Normal: 5-95 / Overweight: >95. Nutrional
status for height/age percenle was established according to the following scale: Chronic malnutrion: <5 / Normal: ≥5. The
results in the overall analysis, of the total populaon, 25.71% maintained normal weight development, 73.92% were classied as
overweight and only a minimum of 0.35% were acutely malnourished.
Keywords: malnutrion; age; nutrional status; risk factors; weight; size.
María Verónica Suqui Pandi
1
; Eliana Gabriela Carrera Aguirre
2
(Recibido: agosto 08, 2024; Aceptado: noviembre 15, 2024)
hps://doi.org/10.29076/issn.2602-8360vol9iss16.2025pp5-17p
1 Instuto Universitario San Isidro. Maestrante en Salud Pública, Universidad Católica de Cuenca, Ecuador. Email: mvsuquip95@est.ucacue.edu.ec.
ORCID: hps://orcid.org/0000-0001-6025-2793
2 Ministerio de Salud Pública del Ecuador, Ecuador. Hospital Vicente Corral Moscoso. Pediatra. Email: draelianacarrera93@gmail.com. ORCID:
hps://orcid.org/0009-0008-3883-4138
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Suqui Pandi y Carrera Aguirre. Estado nutricional de los estudiantes entre 4 y 9 años
INTRODUCCIÓN
En el mosaico geográfico y cultural de
Ecuador, la desnutrición emerge como un
desafío crítico que afecta profundamente la
salud y el desarrollo de sus habitantes (1).
Este país, impregnado de una diversidad
única, enfrenta dos formas distintas pero
interrelacionadas de desnutrición: la crónica
y la aguda (2).
La desnutrición crónica, evidenciada por el
retraso en el crecimiento y desarrollo debido
a la falta prolongada de nutrientes esenciales,
persiste como un obstáculo persistente en
muchas regiones ecuatorianas (3). Datos
alarmantes revelan que, según informes
recientes del Instituto Nacional de Estadística
y Censos (INEC), aproximadamente el 23% de
la población infantil sufre de desnutrición
crónica, comprometiendo su capacidad
para alcanzar su máximo potencial físico y
cognitivo (4).
Por otro lado, la desnutrición aguda,
caracterizada por una pérdida rápida de
peso y deficiencias nutricionales agudas,
plantea un desafío inmediato para la
salud pública (2). 128.000 ecuatorianos
luchan contra esta forma de desnutrición,
enfrentando riesgos elevados para la salud
y una vulnerabilidad significativa frente a
enfermedades infecciosas (5). Este trabajo
se enmarca en un análisis exhaustivo de la
desnutrición en los estudiantes de la unidad
educativa Victor Albornoz, abordando sus
raíces multifacéticas, impacto en la salud
comunitaria y las estrategias en marcha para
revertir esta tendencia preocupante (6).
En el contexto de la Unidad Educativa Victor
Albornoz, se enfrenta un reto significativo
en cuanto a la salud y nutrición de sus
estudiantes, quienes se sitúan en el crucial
rango de edades entre 4 y 9 años (7).
El problema en cuestión es la presencia
preocupante de desnutrición aguda y crónica,
fenómenos que no solo afectan a nivel local,
sino que también plantean desafíos a escalas
regionales y globales (8).
Según datos proporcionados por el Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INEC)
de Ecuador, se estima que un porcentaje
significativo de niños en este grupo etario
presenta signos de desnutrición (9). La
desnutrición crónica, marcada por el
deterioro del crecimiento y desarrollo, afecta
a un porcentaje de los estudiantes de la
Unidad Educativa Victor Albornoz. Asimismo,
la desnutrición aguda, con sus consecuencias
inmediatas y a menudo devastadoras,
impacta a de niños en esta comunidad
educativa (10).
Ampliando la perspectiva, Latinoamérica
se encuentra inmersa en una realidad
compartida. Según la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), la
desnutrición afecta al 27% de la población
infantil en la región, siendo un problema de
salud pública que compromete el desarrollo
físico y cognitivo de las nuevas generaciones
(11).
A nivel mundial, la desnutrición sigue
siendo un desafío persistente. Datos de la
Organización Mundial de la Salud (OMS)
revelan que 1.059.638 de niños menores
de 5 años sufren de desnutrición crónica,
mientras que 3.744.000 se ven afectados
por desnutrición aguda (12). Estas cifras
alarmantes reflejan la urgencia de abordar
este problema a nivel global para garantizar
un futuro saludable para la infancia en todo el
mundo (13). Las razones para emprender esta
investigación son múltiples y fundamentales:
- Impacto en el Rendimiento Académico:
la desnutrición está intrínsecamente
vinculada al rendimiento académico. Niños
que enfrentan desnutrición crónica o
aguda pueden experimentar dificultades
en la concentración y el aprendizaje,
comprometiendo su desarrollo educativo
(14).
- Consecuencias a Largo Plazo: la desnutrición
en edades tempranas puede tener
consecuencias a lo largo de toda la vida,
afectando la salud, el desarrollo cognitivo
y la productividad en la edad adulta (15).
Abordar este problema ahora es esencial
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para construir un futuro saludable y próspero
para estos niños (16).
- Compromiso con la Salud Pública: la
desnutrición no solo es un desafío individual
sino también un problema de salud pública.
Entender las causas y consecuencias de
la desnutrición en la Unidad Educativa
Víctor Albornoz contribuirá al desarrollo de
estrategias y políticas efectivas a nivel local
y nacional.
- Responsabilidad Social y Educativa:
como comunidad educativa, tenemos la
responsabilidad de garantizar un entorno
propicio para el crecimiento y desarrollo
integral de nuestros estudiantes (17).
Abordar la desnutrición es parte integral de
nuestro compromiso con el bienestar de la
comunidad escolar.
ASPECTOS TEÓRICOS
La desnutrición
La desnutrición es el resultado fisiopatológico
de una ingesta insuficiente de alimentos
para cubrir los requerimientos de energía
y nutrientes, también puede responder a
procesos en los que la capacidad de absorción
está disminuida o a defectos metabólicos en
los que existe una inadecuada utilización
biológica de los nutrientes consumidos (13).
Conlleva un trastorno de la composición
corporal, consecuente al aporte insuficiente
respecto a las necesidades del organismo,
que se traduce frecuentemente por
disminución del compartimento graso y
muscular y que interfiere con la respuesta
normal del huésped frente a la enfermedad y
el tratamiento (18). Se detecta clínicamente
por signos y síntomas físicos, medidas
antropométricas y pruebas bioquímicas (19).
La desnutrición infantil hace referencia a
los procesos carenciales nutricionales que
afectan a los niños. Aunque los estudios
poblacionales sobre desnutrición infantil
suelen estar referidos a la población menor de
5 años, siempre se debe especificar en ellos
el grupo de edad al que se hace referencia, o
bien si son lactantes, preescolares, escolares o
adolescentes (20). Los parámetros utilizados
como indicadores del estado nutricional se
basan en parámetros nutricionales. Existen
dos descriptores diferentes según la edad;
trastornos de la nutrición del lactante, que
corresponde a niños de entre 1 a 24 meses
y trastornos de la nutrición del niño, que
corresponde a edad de 2 a 12 años (21).
La desnutrición oculta es una afección y
se caracteriza por carencias nutricionales
ocultas detrás de un cuerpo normal o incluso,
con exceso de peso (7).
Las consecuencias son los efectos físicos
y sistémicos que presenta el organismo
del infante con desnutrición, pueden ser
instantáneos, de largo y corto plazo, inician
a temprana edad y perduraran a lo largo
de su vida como secuelas (22). El riesgo de
morbilidad y mortalidad es amplio pues el
sistema inmune debilitado que presentan
los infantes con desnutrición evita que su
organismo combata adecuadamente con las
bacterias y virus que lo ataquen y el riesgo de
muerte por (sepsis, meningitis, tuberculosis,
hepatitis) en índices de estudio se aumenta
(20). En el infante que contrae diarrea al
ser algo frecuente no se le da la importancia
necesaria porque lo consideran un hecho
que está regido bajo las condiciones de
higiene y salubridad que rodeen el infante,
pero podrían ser una consecuencia de una
mala alimentación, es por ello que se debe
asistir a un control médico en estos casos
por que una infección intestinal puede ser de
corto plazo, pero si no es tratada a tiempo,
puede ser extremadamente peligroso para
el infante (23). El retraso de crecimiento es
una consecuencia inmediata al presentar
desnutrición antes de los 3 años el infante
se priva de los nutrientes necesarios para
el desarrollo correcto de sus huesos, a su
vez afecta al sistema nervioso central que
controla el desarrollo adecuado de su cerebro,
permitiéndole realizar actividades con o sin
algún retraso de aprendizaje. (24). A largo
plazo es algo impredecible pues los efectos
de la desnutrición si el niño culmina su etapa
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de infante e inicia otro proceso en su vida
las consecuencias podrían ser: hipertensión
arterial, diabetes, estatura inadecuada a su
edad, problemas metabólicos, problemas
digestivos, problemas cardiovasculares otras,
pero son consecuencias sujetas a un estudio
continuo (25).
Para determinar el cuadro clínico
de la desnutrición se debe evaluar
sistemáticamente y con detalle al infante,
sin embargo, el proceso es más complicado
de determinar, pues niños que físicamente
tienen apariencia de estar sanos pueden
presentar una desnutrición, el personal de
salud pediátrico debe realizar el examen de
salud con la técnica adecuada (26).
Historia clínica y exploración física: Esta
recopilación de datos que determinan el
Otro indicador relevante para la obtención
de datos y complementar la historia clínica
es el examen bioquímico, pues con la
obtención de sangre, heces y orina se puede
estimar resultados más precisos de posibles
deficiencias en vitaminas y minerales en
el organismo, otro examen necesario si se
requiere resultados precisos es la densidad
ósea pues mediante radiografías se puede
medir correctamente el crecimiento
del infante haciendo relación con datos
cuadro clínico correspondiente al niño que
presenta la desnutrición infantil, no solo se
basará en las variables antropométricas que
existan si no en las preguntas correctas que el
profesional de la salud realice a la madre con
la finalidad de conocer los datos personales,
ambiente demográfico, características de
vivienda y ocupación, hábitos alimenticios,
frecuencia de consumo, pautas de crianza,
pautas del cuidado, todas estas permiten
que el profesional de la salud aplique
el diagnóstico correcto y el tratamiento
pertinente para brindar la solución (27). Para
determinar un diagnóstico adecuado se debe
implementar ciertos datos en una fórmula:
Porcentaje de peso edad (%PE) = peso real
Peso que le corresponde para la edad ×100
estandarizados de talla, peso y edad
(19). La interpretación adecuada de los
índices de desnutrición tras la ficha clínica
totalmente estructurada siempre dependerá
del profesional de la salud, los resultados
permitirán un diagnóstico efectivo además
del correcto seguimiento y control que
mejorará la salud y el estado del infante (28).
Tipos de desnutrición
A nivel mundial el índice de muertes por
Tabla 1. Medidas y materiales utilizados para la recolección de información
Fuente: Elaboración propia
Medida/ Instrumental Interpretación
Peso, medir desnudo (niños mayores con ropa)
Material: pesa bebés (precisión 10 g); báscula
clínica (precisión 100 g)
Valora la masa corporal con los datos de nutrición actuales.
Talla, longitud en decúbito (hasta los dos años)
estatura de pie niños más grandes.
Material: tablero horizontal en hasta los dos años;
talla vercal o estadiómetro (precisión 0,1 cm)
Valora la dimensión y el crecimiento adecuado para la
edad.
Perímetro craneal se procede a medir hasta los
2-3 años.
Material: cinta métrica (precisión 0,1 cm)
Valora indirectamente el desarrollo del sistema nervioso
central del infante por posibles anomalías.
Perímetro braquial se mide en el brazo izquierdo o
no dominante (en el punto medio).
Material: cinta métrica (precisión 0,1 cm)
Valora la composición corporal su masa muscular y grasa,
que permiten determinar el estado nutricional.
Pliegue tricipital se mide en el brazo izquierdo (en
el punto medio, en su cara posterior)
Material: calibrador del pliegue cutáneo, modelo
Holtain (precisión 0,2 mm)
Valora la composición corporal del infante en relación a la
grasa presente y determina el nivel nutricional presente.
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desnutrición en niños menores de 5 años es
del 32% con una cantidad de casi 2,5 millones,
es una población considerable añadiendo que
el 25% de los niños del mundo tiene retraso
del crecimiento, pero para llegar a ser severa
tiene ciertas etapas que requieren atención
médica urgente (9).
La clasificación etiológica de la patología se
divide en primaria, secundaria y mixta. En
la forma primaria, se trata de una patología
totalmente tratable, caracterizada por
una ingesta insuficiente que no cubre los
requerimientos nutricionales, y se presenta
en paralelo con diarrea o infecciones
respiratorias; su causa principal puede ser
la falta de acceso a alimentos de calidad
(29). En la forma secundaria, la deficiencia
de nutrientes se relaciona con problemas
de absorción, digestión o metabolismo en
el sistema digestivo, y suele estar asociada
a enfermedades preexistentes, por lo que
su tratamiento dependerá de la resolución
de la patología subyacente (30). Por último,
la forma mixta combina aspectos de las
formas primaria y secundaria, lo que hace
que las complicaciones metabólicas y los
desequilibrios resultantes sean más graves y
difíciles de tratar (13).
La clasificación clínica de la desnutrición
incluye varias formas, cada una con
características y grados de severidad
distintos. La desnutrición crónica se refiere
a una carencia prolongada de nutrientes
esenciales, resultando en un peso y talla
muy por debajo de lo esperado para la edad;
aunque el tratamiento debe ser inmediato,
las consecuencias suelen ser irreversibles,
afectando tanto la vida actual como a largo
plazo del paciente (27). La desnutrición aguda
moderada se caracteriza por un peso, talla
y grasa corporal inferiores a los estándares
para la edad del niño, con un tratamiento
urgente que, si se aplica a tiempo, puede
prevenir complicaciones severas (21). En
contraste, la desnutrición aguda grave o
severa es el grado más peligroso, con un
riesgo elevado de muerte debido a un
desmedro severo y problemas sistémicos
que dificultan un tratamiento inmediato;
esta condición requiere atención médica
urgente, incluida posible hospitalización
(31). El marasmo se distingue por un
desmedro extremo del infante, con sequedad
y problemas cutáneos visibles, junto con
una tendencia a paro cardiorrespiratorio
debido a un pulso extremadamente lento,
lo que reduce la energía celular y afecta las
funciones metabólicas (32). El kwashiorkor,
por su parte, está relacionado con un déficit
de proteínas, manifestándose en pérdida de
masa muscular, alteraciones en la piel, uñas
y cabello, y trastornos psicológicos como
depresión y anorexia, además de un cuero
cabelludo más frágil y propenso a la alopecia
(12). Finalmente, las formas mixtas combinan
los síntomas del marasmo y kwashiorkor,
presentando un cuadro agudo de infección
en el infante (21).
La clasificación por severidad o intensidad, se
categoriza en grado 1, grado 2, grado 3. Para
determinar la severidad de la desnutrición
se debe considerar el índice peso/edad
se emplea las variaciones del déficit con
el percentil (P) 50, los valores pueden ser
locales o internacionales, para determinar
correctamente el déficit se debe conocer la
edad exacta del infante, los resultados son
más confiables con niños de menos de 5 años
(26).
Waterlow: Para el tipo de desnutrición
Waterlow se necesitan los datos correctos
de peso/ talla y edad. El diagnóstico de
Waterlow está basado en las relaciones de
esos datos: Peso para la Talla, P/T indica el
déficit de peso en relación a la estatura actual.
Determina si la desnutrición es actual; y Talla
para la Edad, T/E se evidencia el deterioro o
enflaquecimiento preexistente (33).
Vitamina A: La funcionalidad de la vitamina
A en el organismo radica en la visión, el
crecimiento, metabolismo adiposo, sistema
inmunológico, la carencia de esta vitamina en
la alimentación puede tener consecuencias
un poco más graves en los niños que en los
adultos (24).
Vitamina D: La consideración importante de
10
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la ingesta adecuada de vitamina D sobresale
en su acción de transportar el calcio y fósforo
para el cumplimiento de sus funciones
metabólicas, permite la absorción adecuada
del calcio y fósforo en los diferentes órganos
de ahí que su función es complementaria y
esencial, el déficit de la vitamina D en los
niños implica problemas en el crecimiento,
se recomienda la toma de sol pues es la
principal fuente de vitamina D (34).
Vitamina C: La vitamina C conocida por
su principio activo como ácido ascórbico
presenta una función importante hacia el
sistema inmunológico, el crecimiento y la
cicatrización, su consumo puede ser común
pero muchas veces se cree que solo los
cítricos representan la principal fuente de
Vitamina C y Vitamina B1. La vitamina B1 se
encuentra en los frutos secos es un derivado
de la vitamina B regulan la flora intestinal
de los individuos, para el infante el déficit
representa afecciones cardíacas, pérdida de
la memoria (26).
Vitamina B3: La niacina o vitamina B3 sus
funciones importantes en el proceso de
reproducción celular es complejo, pero
se puede entender que su malabsorción y
déficit en grados amplios puede ser causante
de dermatitis (enfermedades de la piel),
demencia, eritemas por exposición a la luz,
alucinaciones y dolores de extremidades
es por eso que estos síntomas son más
propensos a presentarse en adultos mayores
(6).
Vitamina B2: La vitamina B2 o riboflavina
tiene funciones metabólicas muy complejas,
el riesgo más relevante del déficit de vitamina
B2 se presenta en las embarazadas pues afecta
al no nato con posibles malformaciones,
problemas cardíacos y de crecimiento, es
por ello que en la etapa gestacional se debe
considerar la ingesta adecuada de vitamina
B2 (21).
Vitamina B6: La piridoxina o vitamina B6
sus funciones metabólicas se ven afectadas
a su correcta absorción cuando se ingieren
anticonceptivos o esteroides. El déficit
en lactantes tiene consecuencias tales
como convulsiones, anemia, dermatitis
seborreica, entre otras, al percatarse de que
la consecuencia más preocupante son las
convulsiones pueden causar problemas aún
más severos en el sistema nervioso central
(2).
Vitamina B9: La vitamina B9 o más conocida
como ácido fólico sus principales funciones
en el organismo son de la división celular
y reproducción de diferentes organismos
del cuerpo, su ingesta se inicia desde el
periodo gestacional pues permiten la
madurez y el crecimiento de un bebe sano,
es por ello que el déficit de vitamina B9
trae consigo problemas neuronales, anemia
megaloblástica, problemas del aparato
digestivo, entre otras (27).
Vitamina B1: La funcionalidad de la vitamina
B12 o cobalamina es la maduración de las
células, actúa en las funciones metabólicas,
su déficit se debe a no ingerir carnes sean
blancas o rojas es por ello que los que
presentan este ficit son los vegetarianos
(6).
Vitamina E: La vitamina E o tocoferol es
un determinante importante en el peso
de los prematuros pues su funcionalidad
estabilizante en las células desarrolla sus
funcionalidades correctamente, su déficit
provoca un grave caso de anemia hemolítica
(18).
Yodo: El yodo cumple una función en la
tiroides, glándulas salivales y mamarias,
permitiendo el desarrollo de la saliva muy
importante para deglutir los alimentos, la
ingesta adecuada de yodo para el infante se
proporciona a través de la leche materna en
su periodo de lactancia (13).
Zinc: El zinc como oligoelemento importante
que otorga al sistema inmunológico el
correcto funcionamiento, representa el
factor relevante en la desnutrición, pues
es aquel oligoelemento que se asocia a los
trastornos alimenticios, la anorexia, retraso
en el crecimiento, pérdida de cabello o
alopecia (11).
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11
Hierro: El Hierro es un oligoelemento, la
funcionalidad del hierro es sumamente
importante en todo el organismo es
el componente más relevante de la
hemoglobina, presente en el músculo
cardíaco, músculo esquelético, los niños
requieren más cantidades de hierro pues los
requerimientos para el crecimiento adecuado
de su masa muscular (31).
Consideraciones y Tratamiento
Es importante considerar que la ingesta de
vitaminas se debe controlar pues el déficit y
el exceso de las mismas de una u otra causa
patologías, de la causalidad de enfermedad
unas más que otras pueden representar
un riesgo enorme para la salud y con más
relevancia hacia el infante. El Ministerio de
Salud Pública toma a consideración para
su estudio los indicadores de desnutrición
por tiempo de evolución pues, ese sesgo
estadístico permite la toma de decisiones
y marco actoral del Estado en relación a un
porvenir para los niños (8). El tratamiento de
cada una de las clasificaciones de desnutrición
dependerá de los resultados obtenidos en el
caso clínico y su diagnóstico, estos campos
son de total dependencia del 37 profesional
de la salud, el marco actoral se puede definir
por soluciones simples y otras más complejas
(26).
Tratamiento de desnutrición en casa
Este tratamiento es conveniente en casos
leves o a principios de la desnutrición, cuando
un niño se le rige bajo este tratamiento
es porque su prognosis es muy positiva,
¿En que se basa este tratamiento? Para el
tratamiento se necesita de la constancia de
los involucrados en el cumplimento de una
dieta saludable, esta dieta debe administrarse
con una correcta ingesta de hidratos de
carbono, agua, vitaminas y minerales en los
alimentos o con suplementos, en el caso de
presentar molestias se debe dar alimentos
semisólidos, el proceso inicia gradualmente
pues las cantidades deben ser de menor a
mayor, en conjunto el profesional de la salud
debe vigilar la masa corporal evaluando su
mejoría (31).
Tratamiento de la desnutrición bajo
observación hospitalaria
El tratamiento hospitalario es completo para
cada infante, según su edad su peso y su
gravedad y sus complicaciones, es que se va
considerar cual va ser el medicamento, dosis
y vías adecuadas, generalmente cuando un
niño es tratado hospitalariamente ya viene
con problemas de: Hipoglucemia; se trata con
bolos de solución glucosada, toma glicemia,
etc. Hipotermia; se le coloca mantas térmicas,
se le toma la temperatura (13).
Hay que entender que cada tratamiento
depende del equipo de salud
multidisciplinario, lo antes mencionado son
los tratamientos más comunes que se realizan
para estabilizar el estado hemodinámico del
paciente con desnutrición muy avanzada más
no un tratamiento estandarizado (21).
METODOLOGÍA
El presente estudio es del tipo descriptivo,
cuantitativo y transversal. Se realizó una
descripción del fenómeno tal y como fue
observado sin manipulación por parte de los
investigadores.
Para el diseño muestral se determinó un
tamaño de muestra a partir de una población
finita de 1177, correspondiente al estimado
de pacientes pediátricos en la parroquia San
Joaquín durante el año 2023; así, para un
nivel de confianza del 95%, probabilidad de
éxito y de fracaso 0,5, un tamaño de muestra
de 280 garantiza un error máximo permisible
de 5%.
El método para recolectar la información que
se utilizó es medir la antropometría (peso y
talla) de los estudiantes, para posteriormente
analizarlos y determinar los percentiles de las
gráficas de la OMS, instrumento previamente
validado.
Los criterios de inclusión para este estudio
fueron estudiantes de la Unidad Educativa
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Suqui Pandi y Carrera Aguirre. Estado nutricional de los estudiantes entre 4 y 9 años
Víctor Albornoz San Joaquín con edades
comprendidas entre los 4 y 9 años. Los
criterios de exclusión incluyen a personas
con enfermedades genéticas que provoquen
retraso en el crecimiento, así como a
estudiantes cuyos representantes legales no
otorgaron su consentimiento para participar
en el estudio.
En cuanto al procesamiento de datos y análisis
de información, una vez finalizado el periodo
de recolección de la información, se diseñó
una base de datos con hoja electrónica en el
programa de EXCEL versión 2023. Se analizó la
información para determinar los percentiles
de peso/talla y talla/edad empleando el
código de programación Who Antro Plus. La
información se presenta en tablas simples y
gráficos.
El estado nutricional para percentil peso/
talla, se estableció de acuerdo con la escala
siguiente:
Desnutrición aguda: <5
Normal: 5-95
Sobrepeso: >95
El estado nutricional para percentil talla/
edad, se estableció de acuerdo con la escala
siguiente:
Desnutrición crónica: <5
Normal: ≥5
La información obtenida se resumió en tablas
de frecuencia simple, distribuyéndose en
números y porcentajes, para lo siguiente: (1)
factores socio demográficos (edad, género);
(2) estado nutricional peso/talla; y (3) estado
nutricional talla/edad.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la Unidad Educativa Víctor Albornoz, un
total de 280 estudiantes entre las edades de
4 y 9 años han sido sometidos a un exhaustivo
análisis para evaluar su estado nutricional
y características demográficas. Este estudio
abarca tanto el aspecto cuantitativo como
el cualitativo, proporcionando una visión
completa de la salud y bienestar de la
población estudiantil.
En términos de distribución por edad, se
observa una representación variada, siendo
los grupos de 5 a 8 años los más numerosos.
Con 56 estudiantes de 5 años (20%) y 63
de 8 años (23%), estos grupos concentran
una proporción significativa de la población
total. Por otro lado, la distribución de género
revela una ligera mayoría masculina, con 154
estudiantes (55%), frente a 126 estudiantes
de género femenino (45%). Ver Figuras 1 y 2.
Al abordar el estado nutricional según el
percentil peso/talla (Tabla 2), surge un
panorama interesante. Entre los estudiantes
de 4 años, se observa que un significativo
75.76% presenta un desarrollo ponderal
considerado normal, mientras que un
21.21% está clasificado como sobrepeso y un
reducido 3.03% enfrenta desnutrición aguda,
representando un caso aislado en este grupo.
Al avanzar al grupo de 5 años, se evidencia
un cambio en la dinámica, con el 35.7%
manteniendo un desarrollo ponderal normal,
mientras que un considerable 64.3% muestra
Figura 1. Distribución por edad
Figura 2. Distribución por género
Volumen 9, Nº 16, junio - noviembre 2025, pp. 05-17
Suqui Pandi y Carrera Aguirre. Estado nutricional de los estudiantes entre 4 y 9 años
13
sobrepeso. En este grupo, no se registran
casos de desnutrición aguda. Los estudiantes
de 6 años muestran una distribución
equitativa, con un 48.15% con desarrollo
ponderal normal y un 51.85% clasificado
como sobrepeso. La desnutrición aguda es
inexistente en este grupo. La peculiaridad
surge en el grupo de 7 años, donde no
hay estudiantes con desarrollo ponderal
normal, y todos, el 100%, se encuentran en
la categoría de sobrepeso. No se identifican
En el análisis global, de la población total
de 280 estudiantes, el 25.71% mantiene un
desarrollo ponderal normal, el 73.92% se
clasifica como sobrepeso, y solo un mínimo
0.35% enfrenta desnutrición aguda.
En cuanto al análisis según el percentil talla/
edad (Tabla 3), se destaca una proporción
significativa de estudiantes con desarrollo
normal en todas las edades, siendo más
pronunciado en los grupos de 6 a 9 años.
En el grupo de 4 años, más del 51% de los
estudiantes exhibe un desarrollo en talla
considerado normal, mientras que un
significativo 48.48% enfrenta desnutrición
crónica. Esta situación refleja una distribución
equitativa en este grupo de edad. Al avanzar
al grupo de 5 años, se destaca un éxito
notable en la prevención de la desnutrición
crónica, ya que el 91.07% de los estudiantes
mantiene un desarrollo en talla normal, con
solo un 8.93% enfrentando este problema. Los
estudiantes de 6 años muestran un panorama
similar, con el 96.30% manteniendo un
desarrollo en talla considerado normal y solo
casos de desnutrición aguda en este grupo.
Al analizar a los estudiantes de 8 años, se
observa que solo un mínimo 1.59% presenta
desarrollo ponderal normal, mientras que
una abrumadora mayoría del 98.41% se
clasifica como sobrepeso. No se registran
casos de desnutrición aguda en este grupo.
Finalmente, en el grupo de 9 años, ningún
estudiante presenta desarrollo ponderal
normal, y la totalidad, el 100%, se encuentra
en la categoría de sobrepeso. No hay casos
de desnutrición aguda en este grupo.
un reducido 3.70% enfrentando desnutrición
crónica. En el grupo de 7 años, la totalidad
de los estudiantes presenta un desarrollo
en talla normal, sin casos de desnutrición
crónica. Este éxito se repite en los grupos de
8 y 9 años, donde el 100% de los estudiantes
mantiene un desarrollo en talla normal, sin
casos registrados de desnutrición crónica.
En el análisis global, de la población total
de 280 estudiantes, el 91.78% mantiene
un desarrollo en talla considerado normal,
mientras que el 8.21% enfrenta desnutrición
Tabla 2. Estado nutricional de acuerdo con el percentil peso/talla
Tabla 3. Estado nutricional de acuerdo con el percentil
talla/edad
Normal Sobrepeso Desnutrición aguda
Edad Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
425 75.76 7 21.21 1 3.03
5 20 35.70 36 64.30 0 0.00
6 26 48.15 28 51,85 0 0.00
7 0 0.00 25 100.00 0 0.00
8 1 1.59 62 98.41 0 0.00
90 0.00 49 100.00 0 0.00
Total 72 25.71 207 73.93 1 0.35
Normal Desnutrición aguda
Edad Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
417 51.52 16 48.48
5 51 91.07 5 8.93
6 52 96.30 2 3.70
7 25 100.00 0 0.00
8 63 100.00 0 0.00
9 49 100.00 0 0.00
Total 257 91.78 23 8.21
14
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Suqui Pandi y Carrera Aguirre. Estado nutricional de los estudiantes entre 4 y 9 años
crónica. Estos resultados resaltan los
esfuerzos exitosos en la prevención de la
desnutrición crónica en la mayoría de los
grupos de edad, indicando una tendencia
positiva en el cuidado nutricional de la
población estudiantil.
Este análisis integral proporciona información
valiosa para la implementación de estrategias
de intervención y educación en salud. La
prevalencia de sobrepeso, especialmente
en ciertos grupos de edad, puede requerir
medidas específicas para promover hábitos
alimenticios saludables y estilos de vida
activos. A su vez, la ausencia de casos
significativos de desnutrición aguda y crónica
sugiere un entorno educativo que favorece
el crecimiento y desarrollo saludable de la
población estudiantil.
Los datos de la Unidad Educativa Víctor
Albornoz muestran una tendencia positiva
en el cuidado nutricional de la población
estudiantil. La prevalencia de desnutrición
aguda y crónica es baja, lo que indica que los
estudiantes están recibiendo los nutrientes
necesarios para su crecimiento y desarrollo.
Sin embargo, existe una prevalencia
significativa de sobrepeso, especialmente en
los grupos de edad de 7 a 9 años.
Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), en 2022, el 2.6% de los niños menores
de 5 años presentaban desnutrición aguda,
el 14.3% desnutrición crónica y el 5.6%
sobrepeso (35). Estos datos son comparables
a los de la Unidad Educativa Víctor
Albornoz, donde el 0.35% de los estudiantes
presentaban desnutrición aguda, el 8.21%
desnutrición crónica y el 73.92% sobrepeso.
Según la Organización Panamericana de la
Salud (OPS), en 2022, el 2.8% de los niños
menores de 5 años presentaban desnutrición
aguda, el 15.6% desnutrición crónica y el
6.6% sobrepeso (21). Estos datos también
son comparables a los de la Unidad Educativa
Víctor Albornoz.
Según el Instituto Nacional de Estadística y
Censos (INEC), en 2022, el 2.9% de los niños
menores de 5 años presentaban desnutrición
aguda, el 16.1% desnutrición crónica y el 6.7%
sobrepeso (9). Estos datos son ligeramente
superiores a los de la Unidad Educativa Víctor
Albornoz.
CONCLUSIONES
El análisis detallado de los datos revela una
diversidad significativa en el perfil nutricional
de los estudiantes de la Unidad Educativa
Víctor Albornoz. Mientras que se observa
una prevalencia preocupante de sobrepeso
en ciertos grupos de edad, la baja incidencia
de desnutrición aguda y la exitosa prevención
de la desnutrición crónica sugieren una
variedad de factores que contribuyen a la
salud nutricional de la población estudiantil.
Se destaca la influencia de la edad en los
patrones de estado nutricional. La transición
de la infancia temprana a la intermedia
parece asociarse con cambios significativos,
especialmente en la prevalencia de
sobrepeso. Comprender estas variaciones
según la edad es esencial para diseñar
estrategias de intervención nutricional
efectivas.
La alta prevalencia de sobrepeso en varios
grupos de edad señala la necesidad urgente
de abordar los hábitos alimenticios y
estilos de vida en la comunidad estudiantil.
Estrategias educativas y de promoción de la
salud podrían ser clave para contrarrestar
esta tendencia y fomentar comportamientos
saludables desde una edad temprana.
La notable ausencia de casos significativos
de desnutrición crónica en la población
estudiantil es un logro significativo. Esto
sugiere que las medidas preventivas actuales
están siendo efectivas y podrían servir como
un modelo positivo para otras comunidades
educativas y programas de salud infantil.
El entorno educativo juega un papel crucial
en la salud y bienestar de los estudiantes.
La ausencia de desnutrición aguda y la baja
incidencia de desnutrición crónica sugieren
un ambiente favorable para el crecimiento
y desarrollo saludable. Incorporar prácticas
saludables en el currículo escolar y fortalecer
la colaboración con los padres podrían ser
estrategias adicionales beneficiosas.
Volumen 9, Nº 16, junio - noviembre 2025, pp. 05-17
Suqui Pandi y Carrera Aguirre. Estado nutricional de los estudiantes entre 4 y 9 años
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