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Volumen. 3, Nº 4, Junio – Noviembre 2019
Medina et al. Contenido fúngico de algunas especies vegetales
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INTRODUCCIÓN
La herbolaria o medicina tradicional es un
método de curación que utiliza hierbas
medicinales y que se ha aprovechado durante
siglos. En los países más necesitados cobra
mayor importancia y, a pesar del avance
de la tecnología y la generación de nuevos
medicamentos, estos preparados naturales,
simples de elaborar y de bajo costo, ocupan
un lugar en el mercado como medicinas
alternativas. La eficacia terapéutica
intrínseca que posee la herbolaria americana,
se debe a las propiedades que derivan de los
principios activos de las plantas y que han
sido utilizadas por generaciones enteras con
el éxito deseado (1).
En las plantas, los principios activos se hallan
siempre biológicamente equilibrados por la
presencia de sustancias complementarias,
que van a proporcionarse entre sí, de forma
que, en general, no se acumulan en el
organismo, y sus efectos indeseables están
limitados. Sin embargo, a pesar de que han
aumentado las investigaciones y estudios
científicos de las plantas medicinales, todavía
no se conocen muchos de los principios
activos a los que deben las plantas sus
extraordinarias cualidades (2).
La importancia de la medicina tradicional en
la cultura de los pueblos, ha permanecido
durante muchos años, jugando un papel
importante como medio para tratar y curar
enfermedades. Las plantas medicinales
representan en el mundo entero un tesoro
conocido y utilizado desde tiempos muy
remotos. La botánica ha ocupado y sigue
ocupando en muchos países un lugar
prominente en el arte de curar.
El consumo de plantas con fines medicinales,
práctica tradicional desde tiempos
inmemorables, se ha incrementado en los
últimos años con respecto a anteriores.
Esta práctica no parece acompañarse de un
incremento en el control estatal de calidad de
productos que incluyen plantas medicinales
(3).
El conocimiento y la capacitación en el manejo
adecuado de las especies vegetales, como su
forma de cultivo, secado, almacenamiento
y procesamiento han permitido no solo
darle un uso prolongado sino garantizar su
calidad; por ello ha surgido la necesidad de
buscar alternativas, que ayuden a entregar al
consumidor productos confiables (4).
En Ecuador, es indudable la importancia de las
especies vegetales para la medicina moderna,
durante mucho tiempo los remedios naturales
y dichas especies fueron el principal e incluso
el único recurso del que disponía el médico.
El uso indiscriminado de hierbas medicinales,
principalmente las ingeridas, puede acarrear
reacciones adversas. Muchos creen que por
ser un producto natural no produce efectos
secundarios, pero no es así. Aunque son una
alternativa para el tratamiento de diversas
afecciones, también pueden producir a
la larga, efectos negativos si se consume
de manera inapropiada o sin su cuidado
respectivo (5).
El aumento de la confianza en el uso de
plantas medicinales y productos derivados
se ve reflejado por su empleo mayoritario
tanto en países en vías de desarrollo, como
en los países desarrollados, y esta realidad
es muy notable en Ecuador al poseer
una enorme biodiversidad (6). Estudios
precedentes han sugerido que entre las
plantas medicinales más usadas en Ecuador
se encuentran: Artemisia absinthium,
Cnidoscolus aconitifolius, Parthenium
hyste-rophorus Linn, Piper carpunya Ruiz
& Pav y Taraxacum officinale (7). Estas
especies vegetales poseen propiedades que
promovieron estudios a nivel internacional
para validar su uso tradicional y explorar
nuevas potencialidades biológicas (8).
La presencia de hongos en las especies
vegetales medicinales revela una
conservación o manipulación inadecuada
en la cosecha y post-cosecha, por lo que sus
principios activos son alterados, por ende,
las drogas vegetales deben presentar un
conjunto de especificaciones que aseguren
su calidad, entre las que se encuentran las