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Volumen. 3, Nº 4, Junio – Noviembre 2019
Almeida-Ochoa et al. Adulto mayor con Neumonía
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INTRODUCCIÓN
La neumonía es una enfermedad nosológica
de definición patológica. La infección del
parénquima pulmonar es producto de
una invasión de los espacios alveolares
por agentes patógenos y de la respuesta
inflamatoria que conduce a un infiltrado
de células inmunitarias, en su gran mayoría
neutrófilos.(1). La neumonía comunitaria
del adulto es un cuadro de evolución aguda,
caracterizado por compromiso del estado
general, fiebre, calofríos, tos, expectoración
mucopurulenta y dificultad respiratoria;
asociado en el examen físico a taquicardia,
taquipnea, fiebre y signos focales en el
examen pulmonar (2).
Esta enfermedad es más frecuente en
varones, en los extremos de la vida (siendo
su incidencia máxima en pacientes mayores
de 70 años), en invierno y en presencia de
diversos factores de riesgo: alcohol, tabaco,
EPOC, enfermedad cardiovascular, diabetes
mellitus e insuficiencia renal.(3).
La presente investigación reflejará la
incidencia a nivel mundial de los signos y
síntomas, los cuidados de enfermería, el
tratamiento farmacológico, las necesidades
nutricionales y las medidas preventivas
para el adulto mayor con neumonía a fin de
contrastar la aplicación de los conocimientos
científicos para el cuidado idóneo del adulto
mayor con esta patología.
El 26%, son controlados aleatoriamente
evaluando la eficacia, la seguridad y los
regímenes de dosificación de los diferentes
tratamientos antibióticos (monoterapias
y terapias combinadas) para la neumonía
adquirida en la comunidad también se
toma en cuenta la terapia respiratoria 15%
y temperatura elevada10%, aseo bucal
25%. (4). Con respecto a las necesidades
nutricionales se describe a continuación: Las
proteínas deben aportar el 15% del consumo
energético, lo que significa alrededor de 1
gr/Kg. día en ancianos con neumonía. Cabe
señalar que los ocho aminoácidos esenciales
no son sintetizados por el organismo, deben
se aportados por la dieta, lo que implica que
se debe consumir proteínas de alto valor
biológico proteínas de origen animal.(5)
Los alimentos ricos en hidratos de carbono
son el principal aporte de fibra en la dieta. Las
necesidades del senescente con patologías
respiratorias son aproximadamente 4 gr/
Kg/día, representando el 60% del contenido
energético total. Los hidratos de carbono
impiden que se utilicen las proteínas como
fuente de energía, un aporte adecuado de
hidratos de carbono ayuda a mantener el
peso y la composición corporal. Su exceso se
deposita en el hígado y en los músculos en
forma de glucógeno (reserva de energía) y el
resto se convierte en grasa que se almacena
en el tejido adiposo o graso. (6) La ingesta
de grasas es fundamental como fuentes
de energía, como aporte de ácidos grasos
esenciales y de vitaminas liposolubles. Las
recomendaciones de grasa son de 23% del
total de calorías en el adulto mayor.
Es imprescindible el consumo de grasas
en el adulto mayor con neumonía, en ese
sentido es recomendable dentro de la dieta
se considere ingerir el 35% (7). Por otro lado,
la inmunización es unas medidas preventivas
para evitar la neumonía que consiste en
reducir la carga de morbilidad asociada a
las infecciones respiratorias del adulto se
recomienda implementar las siguientes
medidas: Identificación y aislamiento del caso
índice en el hogar (precaución de vía aérea
o gotitas y lavado de manos), reduciendo
el riesgo de contagio intrafamiliar (virus,
Mycoplasma spp, Chlamydophila spp y M.
tuberculosis). Programa de inmunización en
la población de riesgo (vacuna antiinfluenza
y antineumocócica) (8).
Además de evitar el consumo de tabaco,
Según La Organización Mundial de la Salud,
en un reporte reciente informa, que el
tabaquismo, es causa del incremento de
riesgos de infecciones como la enfermedad
neumocócica invasiva, neumonía adquirida
en la comunidad, influenza, periodontitis,
enfermedad meningococica, tuberculosis,