64
IDENTIFICACIÓN DE LA CARGA LABORAL Y SU RELACIÓN CON LA PERCEPCIÓN DE SALUD EN CUIDADORES
DE LA ZONA 9 DEL ECUADOR
Marina R. Ramírez
1
; Karina Ocampo
2
; David Ortega Jiménez
3
; Nahomi Erazo
4
(Recibido en diciembre 2019, aceptado en enero 2019)
1,2,3,4
Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador)
mrramirez@utpl.edu.ec, keocampo@utpl.cdu.cc, dmortega1@utpl.edu.ec, naho.erazo8@hotmail.com
Resumen: El objetivo de esta investigación fue examinar la relación de la carga laboral y la salud general (síntomas
somáticos, ansiedad, disfunción social, depresión,) en auxiliares de enfermería de la zona 9. Se realizó un estudio
de enfoque cuantitativo, tipo transversal, descriptivo y correlacional. La muestra fue de 100 auxiliares de enfermería.
Los instrumentos utilizados fueron el Cuestionario de Salud General de Goldberg para identicar casos probables
de síntomas somáticos, ansiedad e insomnio, disfunción social y depresión grave; Así mismo, la entrevista de carga
para cuidadores de Zarit para evaluar la carga subjetiva al cuidado por parte del cuidador. En lo que respecta a los
resultados más relevantes se encontró una sobrecarga intensa de 42.2 %, en cuanto a la salud general este trabajo
reportó que 4 de cada 10 cuidadores presentan síntomas somáticos, ansiedad y 2 de 10 reportan tener depresión. Se
evidenció una relación signicativa entre la carga, síntomas somáticos y depresión.
Palabras clave: Carga laboral, salud, cuidador informal.
IDENTIFICATION OF THE WORK OVERLOAD AND ITS RELATION TO THE PERCEPTION OF HEALTH IN
CAREGIVERS IN ECUADOR’S AREA 9
Abstract: The objective of this research was to examine the relationship of work overload and general health
(somatic symptoms, anxiety, social dysfunction, depression) in nursing assistants in Ecuador’s area 9. A quantitative,
cross-sectional, descriptive and correlational approach was conducted. The sample was 100 nursing assistants. The
instruments used were the Goldberg General Health Questionnaire to identify probable cases of somatic symptoms,
anxiety and insomnia, social dysfunction and severe depression; likewise, the Zarit Burden Interview for Caregivers
to assess the subjective burden of care by the caregiver. Regarding the most relevant results, an intense overload of
42.2% was found, in terms of general health, this work reported that 4 out of 10 caregivers have somatic symptoms,
anxiety and 2 out of 10 report having depression. There was a signicant relationship between load, somatic symptoms
and depression.
Keyword: Overload, health, informal caregiver.
REVISTA PSICOLOGÍA UNEMI
Volumen 4, N° 006, enero a junio 2020. pp. 64 - 74.
Marina R. Ramírez, identicación de la carga laboral
65
INTRODUCCIÓN
Gran parte de países a nivel mundial han tomado
medidas que permiten dar respuesta al aumento
en el índice poblacional de adultos mayores,
entre ellas, la contratación de profesionales
especializados que brinden una atención integral a
esta población. Es por ello que, una de las fuentes
de trabajo más importantes consideradas a nivel
mundial, es el empleo relacionado con el cuidado,
especialmente para las mujeres, ya que la mayoría
de los trabajadores en cuidado formal son de sexo
femenino, además, varios estudios indican que
la mayoría de ellas, son migrantes y por solventar
necesidades, se ven exigidas a realizar su trabajo
en condiciones inadecuadas, por una remuneración
económica muy baja, (Addati et al., 2018). En
representación a las estadísticas a nivel mundial
de los trabajadores dedicados a la prestación de
cuidado, el número asciende a 381 millones de
cuidadores, representando 249 millones de mujeres
y 132 millones de hombres, juntos equivalen el 6,5%
del empleo total, que conlleva el cuidado formal
(Organización Internacional del Trabajo [OIT], 2018).
El concepto de cuidador cobró relevancia hace
aproximadamente 50 años y actualmente se ha
generado una diversidad de términos que poseen
implicaciones teóricas mucho más profundas
(Herrera y Meléndez, 2011). Al hablar de cuidador
se hace referencia a aquella persona que realiza la
acción de velar por el bienestar y seguridad de otro
individuo en vulnerabilidad, puede ser un familiar,
un profesional capacitado u otra persona, la cual
se responsabiliza de proveer apoyo en necesidades
evidentes o anticipadas que la otra persona
demande. Es decir, un cuidador es una persona,
que toma la responsabilidad de complementar la
falta de autonomía de una persona, asistiéndola en
diversas áreas de su vida (Padilla, Abigail, Matinéz
y Oivia, 2018). Las características y los grados de
dependencia de la persona afectada condicionan y
delimitan los distintos tipos de ayuda que precisa,
ya sea en la vida diaria, en el ámbito instrumental o
de acompañamiento (Carretero, Garcés y Ródenas,
2015).
Los cuidadores formales son las personas que han
recibido capacitación y una formación mediante
carreras académicas o cursos certificados, por
equipos especializados e interdisciplinarios de
docencia de la salud, para brindar atención asistencial,
educativa y preventiva tanto al adulto mayor, como
a su núcleo familiar y social más cercano (Gitlin y
Hodgson, 2018). También se considera cuidadores
formales a aquellos que ayudan a tareas dentro del
hogar dedicadas fuera del cuidado del anciano, ya
que se considera que ambas actividades constituyen
una ayuda para el bienestar del adulto mayor, así
como su familia (Rogero, 2009).
Por consiguiente, el apoyo formal que brindan los
cuidadores, tiene como objetivo dar facilidades
temporales o bien de largo plazo, a los cuidadores
informales, refiriéndose a las familias del
adulto mayor, prestando servicios comunitarios
asistenciales, ya sea en instituciones o a través
de servicios domiciliarios (Banchero, 2017). Sobre
todo, este apoyo formal estaría conformado por
los llamados “servicios de respiro”, que conlleva
intervenciones primeramente para el adulto mayor,
con servicios especializados por los profesionales
para responder a sus necesidades y en segundo
lugar, ayudan a los cuidadores informales a tomar
un descanso del cuidado y puedan ocupar ese
tiempo libre para otras actividades fuera del papel
de cuidadores principales (Crespo y López, 2007).
Más aun, los cuidadores formales proveen dos
tipos de cuidados, el que se ofrece a través de las
instituciones o por servicio a domicilio (Aparicio et
al., 2008). Es así que, el cuidador formal, “cubre una
amplia gama de profesionales que trabajan junto
con los médicos, como los enfermero/as, auxiliares
de enfermería, psicólogos, trabajadores sociales y
técnicos sanitarios” (García, 2011, p.72).
Estos profesionales, que cumplen el papel de
cuidadores, experimentan dos tipos de carga a
nivel laboral: la objetiva y la subjetiva; la primera
hace referencia al impacto que tiene el ejercicio de
la profesión en función del grado de dependencia y
tipo de discapacidad del paciente al que se presta
los cuidados. Por otra parte, la carga subjetiva,
engloba los sentimientos de frustración que el
Volumen 4, N° 006, enero a junio 2020. pp. 64 - 74.
66
cuidador experimenta cuando las necesidades del
paciente sobrepasan sus habilidades y capacidad
de respuesta (Salazar y Torres, 2015). Es así que,
un cuidador puede percibir una sobrecarga, que
comprende un sentimiento de carga excesiva, que
sobrepasa su capacidad física y mental (Pimentel,
2019).
La sobrecarga, analizada desde el ámbito de
los profesionales de la salud, se define como
la incapacidad del cuidador, de satisfacer las
necesidades de pacientes con alto grado de
dependencia, viéndose obligados a prolongar su
horario de actividades, lo cual repercute en un
aumento del cansancio físico y mental, (Llop-
Gironés, Tarafa y Benach, 2015).
Por otra parte, Marcén (2011) defiende que una
cantidad exagerada de tareas pueden conllevar al
deterioro de la calidad de los servicios brindados por
parte de los cuidadores, ya que existen variables que
influyen directamente en la labor realizada, que no
son tomadas en cuenta o simplemente son obviadas,
tales como el número de pacientes asignados, los
cuidados y procedimientos a realizarse en cada
intervención, además de ambientes de trabajo que
no favorecen la mejora de los servicios brindados.
Así mismo, Zambrano y Ceballos (2007), refieren
que, en la sobrecarga intervienen dos actores, la
persona que recibe los cuidados y el cuidador,
siendo este último quién percibe la carga debido a las
demandas que su labor exige, evidenciada a partir de
las afecciones que su salud tanto física como mental
y emocional reflejan. La carga física de trabajo es
el conjunto de actividades físicas a las que se ve
sometida la persona, y donde intervienen una serie
de músculos que aportan la fuerza necesaria; según
la forma en que se produzcan las contracciones de
estos músculos, el trabajo desarrollado se puede
considerar como estático o dinámico (Fernández,
2011).
La carga mental y emocional es la demanda de control
de emociones junto con exigencias intelectuales, es
decir, actividades de tipo intelectual o de resolución
de problemas, que provocan que el cerebro reciba
estímulos, a los que se dará una respuesta, y donde
se exponen emociones junto con las acciones
del individuo, por eso es importante poseer una
estabilidad emocional, más aún cuando se trabaja
con personas vulnerables (Novoa, Burgos, Zentner y
Toro, 2018). Además, es importante mencionar, que
otro de los servicios que los profesionales proveen
al adulto mayor, es el apoyo emocional, el cuidador
debe estar capacitado para construir con el paciente
una relación basada en empatía y respeto a la vida,
sin que la misma sobrepase la línea profesional ni
se traslape a su vida personal (Cruz y Concepción,
2019).
Estos factores afectan en diferentes grados a cada
cuidador, lo cual tiene relación con la interpretación
de estímulos y tipos de respuesta del individuo.
Para algunos, las tareas que debe realizar como,
por ejemplo, adaptarse a las diferentes conductas
que presenta el adulto mayor pueden parecer
sumamente estresantes, mientras que para otros
puede representar una experiencia gratificante
y satisfactoria (Retamal-Matus, Aguilar, Aguilar,
González, y Valenzano, 2015).
Con respecto a la relación entre sobrecarga y
salud, Zambrano y Ceballos (2007), indican que, la
sobrecarga provoca que varios aspectos de la salud
física y mental de los cuidadores se vean afectados;
así mismo, se evidencian consecuencias a nivel
personal y profesional (Torres Avendaño, Agudelo
Cifuentes, Pulgarin Torres y Berbesi-Fernández,
2018).
Esto es, debido a que los cuidadores formales deben
hacer frente a múltiples estresores además de ofrecer
un servicio de cuidado que implica una interacción
directa con el paciente y sus familiares. Algunos
factores estresantes son comunes a diferentes
profesiones; sin embargo, en las profesiones del
sector de la salud, los trabajadores tienen que
lidiar con un estrés específico porque se enfrentan
a situaciones que tienen profundas implicaciones
humanas: sufrimiento, angustia y muerte. El factor
estresante principal es generado por la persona a
la que se cuida debido a su estado físico, mental
y comportamental mientras que los factores
Marina R. Ramírez, identicación de la carga laboral
67
secundarios se relacionan con las perspectivas a
nivel profesional, percepción de reconocimiento, la
interacción con los pares y el ambiente de trabajo
(Bouillerce y Stoiber, 2018).
Estos estresores pueden impactar a nivel emocional,
físico y mental, entre los principales problemas
clínicos que se presentan están la depresión,
ansiedad, estrés, hipocondría, entre otros; asimismo
problemas psicosomáticos como dolor de cabeza,
pérdida de apetito, temblor, problemas gástricos,
palpitaciones, vértigo, alergia inmotivada, insomnio,
problemas de memoria y concentración, también
se puede evidenciar problemas emocionales tales
como tristeza, preocupación, soledad, irritabilidad,
culpabilidad, depresión (Aldana y Guarino, 2012;
Córdoba y Aparicio,2014; Pabón, Galvis y Cerquera,
2014;).
Si bien es cierto, las repercusiones físicas en la salud
del cuidador son de gran dimensión, las afectaciones
de la salud psicológica son aún más frecuentes
y drásticas, quizás más indelebles respecto a las
otras, ya que estas poseen una carga emocional
importante. Es por eso que, dentro de las secuelas
las alteraciones del estado anímico ocupan un papel
predominante en respuesta a la sobrecarga (Loor,
2015).
Por lo tanto, las afectaciones a nivel físico y mental
provocan también alteraciones en el desempeño
del cuidador. Aparicio et al. (2008) encontraron que
los auxiliares de enfermería que presentaban bajos
niveles de motivación hacia el trabajo manifestaban
también actitudes de desesperanza, impotencia
y cansancio. Dichas actitudes, pueden llevarlos
a realizar la despersonalización y dejar de lado la
comunicación y estimulación de la persona a su
cargo.
Adicionalmente, la participación social de los
profesionales también se puede ver afectada por la
sobrecarga laboral, debido a que, ya sea por falta de
tiempo o fatiga mental, la construcción de círculos
sociales se realiza con menor frecuencia, debilitando
así las redes sociales ya existentes, provocando
un aumento de depresión y desesperanza (Ávila y
Madariaga, 2015). Es por esto que, los cuidadores
formales se convierten en un grupo de profesionales
cuyo trabajo es de alto riesgo ya que la naturaleza
de su profesión y el contacto directo con el paciente
los hace vulnerables a distintas afectaciones a nivel
físico y mental (Gil y Navas, 2017).
METODOLOGÍA
Se realizó un estudio de enfoque cuantitativo,
tipo transversal, descriptivo y correlacional. La
investigación tuvo como objetivo general, examinar
la relación de la sobrecarga laboral y la salud
general (síntomas somáticos, ansiedad, depresión,
disfunción social) en una muestra de auxiliares
de enfermería de la zona 9. La muestra fue de
accesibilidad-accidental y no probabilística, es decir
de acuerdo al medio idóneo para ejecutar el estudio,
la muestra fue de 100 auxiliares de enfermería de
la zona 9. Las características de los participantes
fueron las siguientes: del total de la muestra el 76%
fueron mujeres y solo el 24% hombres, el promedio
de edad fue 38 años comprendidos entre 21 a 71
años, se evidenció un promedio de dos hijos, el 83%
de los participantes fueron de la etnia mestiza y la
mayoría solteros con un 43%, seguido de un 30% de
casados, 13% divorciados, de igual manera un 13%
mantienen unión libre y solo un 1% es viudo/a.
Con respecto a las características laborales, el
96% de la muestra de cuidadores recibe un ingreso
mensual entre 0 a 1000 dólares, mientras solo un 4%
perciben un ingreso de 1001 a 2000. En cuanto a la
experiencia laboral se obtuvo una media de 9.3 años
con valores entre 1 y 40 años; el 52% trabaja en
zona rural mientras el 48% restante en zona urbana.
El 36% del personal de auxiliar de enfermería no
poseen un contrato, seguido de un 28% que poseen
nombramiento, un 16% tienen un contrato a plazo
fijo, el 11% un contrato ocasional, un 8 % contratos
eventuales y solo 1% correspondiente a servicios
profesionales. La media obtenida del total de horas
de trabajo ejercido por los profesionales es de 13,4
con valores desde 5 horas hasta 24 horas laborales.
Así como el 56% afirma que trabaja en turnos y el
44% no lo hace, finalmente el 48% menciona que la
institución provee medianamente recursos, el 41%
totalmente, 9% poco y 2% nada.
Volumen 4, N° 006, enero a junio 2020. pp. 64 - 74.
68
Para participar en el estudio, los trabajadores debían
contar con los siguientes criterios de inclusión: (a)
estar titulados como auxiliares de enfermería, (b)
tener como mínimo un año de experiencia, (c) estar
en situación laboral activa, (d) dar su consentimiento
informado para participar en el estudio. Se
excluyeron aquellos profesionales que durante el
período de estudio se encontraban de baja (ej.,
maternal, por enfermedad) o se hallaban ausentes
por cuestiones profesionales (ej., estancias en otros
centros, realización de cursos).
La recolección de datos se realizó durante la
jornada laboral de los participantes, conforme a
sus periodos de descanso, todos los participantes
dieron su consentimiento informado para participar
en esta investigación. La participación fue voluntaria
y gratuita, sin ningún incentivo económico o de otro
tipo. El estudio se llevó a cabo de conformidad con
la última revisión de la Declaración de Helsinki. Se
utilizó el Cuestionario de Salud General (General
Health Questionnaire [GHQ-28]; Goldberg y Hillier,
1979; version española de Muñoz, Vázquez-
Barquero, Rodríguez, Pastrana y Varo, 1979).
Se trata de un cuestionario auto administrado
que evalúa el grado de malestar emocional y que
diferencia probables casos de salud mental de
aquellos que no lo son. Contiene 28 ítems repartidos
en cuatro subescalas de siete ítems (síntomas
somáticos, ansiedad e insomnio, disfunción social y
depresión grave); en cada uno de ellos la persona
debe señalar su situación actual en comparación
con las últimas semanas marcando una de las
cuatro opciones de respuesta, desde encontrarse
mejor de lo habitual hasta peor de lo habitual. El
rango de puntuaciones oscila entre 0 y 28, donde
una mayor puntuación es indicativa de un mayor
malestar. Asimismo, dispone de un punto de corte,
donde una puntuación superior a 5/6 es indicativa
de caso probable, con una sensibilidad del 84.6 % y
una especificidad del 82 % (Lobo, Pérez-Echeverría
y Artal, 1986). El valor del coeficiente alfa de
Cronbach, calculado en nuestro trabajo fue .85 a .78.
Otro de los instrumentos utilizados fue la Entrevista
de carga para cuidadores de (Zarit, et al., 1980;
versión al español de Crespo & Rivas, 2015). La
entrevista sobre la carga del Cuidador probablemente
sea el instrumento más utilizado para evaluar la
carga en cuidadores en el área de la gerontología,
originalmente fue compuesta por Steven H. Zarit, se
trata de un cuestionario que se elaboró en principio
para la evaluación de la carga de cuidadores de
personas con demencia (Lai, 2007). La aplicación de
este instrumento puede ser de múltiples maneras, se
podría realizar de una manera colectiva o individual
y de igual manera, puede ser auto administrado, el
tiempo de la aplicación varía entre 15 y 20 minutos
(Ramírez & Arévalo, 2015). Su objetivo se centra
en evaluar una única dimensión, esta es la carga
subjetiva al cuidado por parte del cuidador, mediante
puntos de corte para diferenciar entre presencia de
sobrecarga intensa, sobrecarga leve y ausencia de
sobrecarga (Crespo y López, 2007).
Dentro esta investigación se utiliza la versiona
reducida, la cual consta de 22 ítems, tipo Likert de
cinco puntos, la confiabilidad para este estudio en
cuanto al instrumento es de .89 (Bianchi, Flesh, Alves,
Batistoni, & Neri, 2016), para esta investigación el alfa
de Cronbach fue de 0.83. Estas cinco alternativas de
respuestas van desde; nunca (1), hasta casi siempre
(5). Los cinco factores reflejan agotamiento y
desesperanza, consecuencias negativas personales
y sociales laborales, preocupación por los receptores
del cuidado, responsabilidad y respuesta emocional
al cuidado (Rodríguez, Córdoba, & Ponches, 2016).
El análisis de datos se realizó en cuanto a la valoración
de las variables sociodemográficas y laborales se
estimaron las medias y desviaciones típicas para las
variables cuantitativas, y el número y porcentaje de
participantes para las variables cualitativas. En lo
que respecta a la carga se utilizaron los puntos de
corte de Crespo & Rivas (2015) ausencia de carga ≤
46, carga ligera 47 a 55, carga intensa a 56. Para
el estudio analítico se recodificaron las variables:
presencia de carga (> 46 puntos); ausencia de carga
(≤ 46), en lo que respecta a salud general se estima
como caso > 5; no caso < 6, posteriormente, se
realizó la comparación de variables cualitativas, se
ha utilizado el test de ji cuadrado de Pearson.
Marina R. Ramírez, identicación de la carga laboral
69
RESULTADOS
Dentro de los resultados de carga de los cuidadores,
se observa que la mayoría presentan una sobrecarga
intensa, esto representa el 42.2%, mientras que
En cuanto a la percepción de salud general los
auxiliares de enfermería reportan en un 48% de
En cuanto a la relación entre carga y nivel de
síntomas somáticos, el 47.8% puntúan como
caso para síntomas somáticos y el 72.7% tienen
presencia de carga; en los sujetos con síntomas
Tabla 1. Carga para cuidadores
Tabla 2. Salud General de los cuidadores
Tabla 3. Sobrecarga y síntomas somáticos
Nota.
a
Grados de libertad.
Auxiliares de enfermería
N %
Ausencia de carga 33 39.8
Carga ligera 15
18.1
Carga Intensa 35
42.2
Auxiliares de enfermería
N %
Síntomas somáticos No caso 56 56.0%
Caso 44
44.0%
Ansiedad No caso 52
52.0%
Caso 48
48.0%
Disfunción social No caso 95
95.0%
Caso 5
5.0%
Depresión No caso 78
78.0%
Caso 22
22.0%
Nivel de carga
Ausencia Presencia
χ2(1
a
, N
= 100)
p
n % n %
Síntomas Somáticos
Caso 24 47.8% 32 72.7%
5.59 .018
No Caso 9 27.3% 35 52.2%
los cuidadores que presentan sobrecarga ligera
representan el 18.1% y el 39.8% corresponde a los
cuidadores que afirman la ausencia de sobrecarga.
casos de ansiedad, 44% síntomas somáticos, 22%
depresión y 5% disfunción social.
somáticos, el 27.3% tienen ausencia de carga y el
52.2% no presenta síntomas somáticos; se hallaron
diferencias estadísticamente significativas, x
2
(1, N
= 100) = 5.59, p = .018.
Volumen 4, N° 006, enero a junio 2020. pp. 64 - 74.
70
Tabla 4. Sobrecarga y Ansiedad
Tabla 5. Disfunción social y depresión
Tabla 6. Sobrecarga y depresión
Nota.
a
Grados de libertad.
Nota.
a
Grados de libertad.
Nota.
a
Grados de libertad.
Nivel de carga
Ausencia Presencia
χ2(1
a
, N
= 100)
p
N % N %
Ansiedad
Caso 6 18.2% 25 37.3%
17.54
<.0001
No Caso
27
81.8% 42 62.7%
Nivel de carga
Ausencia Presencia
χ2(1
a
, N
= 100)
p
N % N %
Disfunción social
Caso 0 0% 5 7.5%
2.59
.107
No Caso
33
100% 62 92.5%
Nivel de carga
Ausencia Presencia
χ2(1
a
, N
= 100)
p
N % N %
Depresión
7.29
.007
Caso 2 6.1% 20 29.9%
No Caso
31
93.9% 47 70.1%
De igual modo, como se puede observar en la Tabla
4 entre la carga y ansiedad; el 18.2 % de los que
puntúan son caso en ansiedad y no presentan carga,
en cambio el 37.3 % presentan carga; en los que no
También, en relación a las variables carga y
disfunción social, se halló en los auxiliares de
enfermería que no son caso de disfunción social
son 100%, mientras que el 7.5% tienen carga y
En relación a la carga y la depresión, en los
participantes que presentan ausencia de carga se
encuentra que el 6.1% tenían depresión y el 93.9%
no son casos de depresión; en cuanto a los casos
de depresión el 29.9% presenta carga y el 70.1%
presencia de carga pero no puntúa como caso de
depresión; las diferencias halladas entre ambas
variables fueron estadísticamente significativas, x
2
(1, N = 100) = 7.29 p = .007
son caso de ansiedad, el 81.8 % tenían ausencia de
carga y el 62.7 % presentan carga y no son casos
de ansiedad. Las diferencias halladas entre ambas
variables fueron estadísticamente significativas, x
2
(1, N = 100) = 17.54, p < .0001.
disfunción social; en cuanto las personas que
reportan la presencia de carga el 92.5% no puntúa
como caso de disfunción social (ver Tabla 5). No se
encontró una relación estadísticamente significativa
entre ambas variables, x
2
(1, N = 100) = 2.59, p.107.
DISCUSIÓN
Uno de los objetivos de esta investigación fue
determinar la sobrecarga existente en los cuidadores
, se evidencia una existencia del 60.3% de sobrecarga
(intensa y/o ligera), autores como Carretero Gómez,
Garcés Ferrer, & Ródenas (2015) y Banchero (2017)
en sus respectivas investigaciones coinciden en
que los niveles de sobrecarga en cuidadores tanto
Marina R. Ramírez, identicación de la carga laboral
71
formales como informales son elevados; así mismo
la mayoría de cuidadores son de sexo femenino,
algo común en este tipo de actividad laboral (Arias
Sánchez, Saavedra Macías, & Avilés Carvajal, 2017).
En la percepción de salud en general de los
cuidadores se evidenció que los problemas de salud
más recurrentes son la ansiedad, la cual afecta al 48
% de la muestra seguido de los síntomas somáticos
que afecta a un 44%, datos concordantes con los
evidenciados por Aldana y Guarino (2012) cuyo
estudio concluye que los cuidadores presentaron
mayores síntomas somáticos y de ansiedad y ratifican
que los indicadores de salud están directamente
relacionados con mayor sobrecarga.
En cuanto a la relación entre la sobrecarga y
síntomas somáticos se determina que el 72.7% de
auxiliares de enfermería que presenta casos de
síntomas somáticos tiene presencia de sobrecarga;
Estas cifras están en relación a varios trabajos que
reportan que, de los cuidadores que presentaron
sobrecarga intensa el 40.86% presentó alta
severidad de los síntomas somáticos, encontrándose
asociación estadística entre estas dos variables
(Romero y Cuba, 2013); al igual que el trabajo de
Losada Baltar, Montorio Cerrato, Izal Fernández,
Márquez González (2006) que menciona que el
cuidador desarrolla enfermedades somáticas por el
nivel de carga que percibe de su actividad laboral.
Asimismo, la relación entre sobrecarga y ansiedad
demuestra que el 37.3% de casos de auxiliares
con ansiedad presentan una sobrecarga, este dato
concuerda con los trabajos de Arai, Zarit, Sugiura
y Washio, (2002); Cummings, (2003); Méndez,
Giraldo, Aguirre y Lopera (2010) al igual que las
investigaciones de en los cuales se evidencia que
existe mayor prevalencia de depresión y ansiedad
en cuidadores.
La relación entre sobrecarga y disfunción social
demuestra que tan solo el 7.5% de auxiliares
presentan disfunción social con una presencia de
sobrecarga; Painepan y Kuhne (2012) mencionan
que, en el grupo de cuidadoras formales no
profesionales, la somatización es el síntoma con
mayor presencia, seguido de disfunción social.
Finalmente, la relación entre sobrecarga y depresión
evidenció que el 29.9% de personas con depresión
presentan sobrecarga laboral; Feldberg, Saux,
Tartaglin, Irrazábal, Leis, Rojas, y otros (2016)
evidenciaron en su estudio una asociación positiva
entre el estado de ánimo depresivo y la sobrecarga
del cuidador, así como Galvis y Cerquera Córdoba
(2016).
CONCLUSIONES
El 76% de participantes en este estudio fueron
mujeres, el promedio de edad fue 38 años, con un
promedio de dos hijos, la mayoría de etnia mestiza y
solteros; en cuanto a la experiencia laboral se obtuvo
una media de 9,3 años, la mayoría del personal
de auxiliar de enfermería no poseen un contrato,
trabajan una media de 13,4 horas y el 56% trabajan
en turnos. Se evidenció, una prevalencia que 4 de
cada 10 auxiliares de enfermería presentaron una
sobrecarga intensa, en lo que respecta a la salud
general en la dimensión de síntomas somáticos
4 de cada 10 personas puntuaron como caso, en
lo referente ansiedad de igual forma y en lo que
respecta a la depresión se identificó 2 de cada 10
auxiliares de enfermería reportaron como caso
de depresión. En lo referente a los correlatos
entre carga y la salud general se identificó que los
síntomas somáticos, la ansiedad, la depresión tienen
una relación significativa con la carga
Los resultados deben ser interpretados tomando
en cuenta las limitaciones del estudio. En virtud de
ser un diseño transversal, lo que impide establecer
interpretaciones de causalidad entre las variables
analizadas. Se recomiendan futuras investigaciones
en las que se pueda trabajar con otros tipos de
profesionales e incluir otro tipo de variables. Uno
de los aportes del trabajo es incluir variables
relacionadas con salud general ya que proporciona
la información necesaria para estimar la necesidad
de servicios e intervenciones preventivas y/o de
tratamiento adecuados para apoyar a los cuidadores
formales. Para disminuir el riesgo sobrecarga, los
programas de intervención deben plantearse como
objetivo reducir los factores de riesgo y relacionarlos
con las personas y las organizaciones.
Volumen 4, N° 006, enero a junio 2020. pp. 64 - 74.
72
REFERENCIAS
Aldana, G., & Guarino, L. (2012). Sobrecarga,
afrontamiento y salud en cuidadoras de pacientes
con demencia tipo Alzheimer. Summa Psicológica
UST, 9 (1), 5–14. Recuperado de http://pepsic.
bvsalud. org/pdf/summa/v9n1/a01. pdf. ISSN 0718-
0446
Aparicio García, M. E., Sánchez López, M. P., Díaz
Morales, J. F., Cúellar Flores, I., Castellanos Vidal,
B., Fernandez Martinez, M. T., & De Tena Fontaneda,
Á. F. (2008). “La salud física y psicológica de las
personas cuidadoras: comparación entre cuidadores
formales e informales.” IMSERSO, 1–126.
Arai, Y., Zarit, S. H., Sugiura, M., & Washio, M. (2002).
Patterns of outcome of caregiving for the impaired
elderly: a longitudinal study in rural Japan. Aging &
Mental Health, 6(1), 39-46.
Arias Sánchez, S., Saavedra Macías, F. J., & Avilés
Carvajal, I. (2017). El cuidado, una actividad
de riesgo en tiempos de crisis: una revisión
de la investigación con cuidadoras españolas.
Psicoperspectivas, 16(1), 42-54.
Ávila-Toscano, J. H., & Madariaga, C. (2015). Interacción
social conictiva y problemas de salud mental en
redes personales de ex combatientes ilegales en
Colombia. Terapia Psicologica, 33(3), 277–
283. doi:10.4067/S0718-48082015000300010
Banchero, S. (2017). Personas mayores cuidadoras:
sobrecarga y dimensión afectiva Pessoas idosas
cuidadoras: sobrecarga e dimensão afetiva
Elderly caregivers: excessive burden and affective
dimension. Psicología, Conocimiento y
Sociedad, 7(1), 7–35.
Bianchi, M., Flesh, L., Alves, E., Batistoni, S., & Neri, A.
(2016). Indicadores psciometricos de la Zarit Nurden
Interview aplican en ancianos cuidadores de otros
ancianos . Latino -Americana de Enfermagen RLAE,
24(1),3 - 6 . doi: 10.1590/1518-8345.1379.2835.
Bouillerce, B. y Stoiber, C. (2018). Estrés, emociones,
agotamiento en el cuidador: luchar contra
el agotamiento. Issy-les-Moulineaux Cedex,
France: Elsevier Health Sciences.
Carretero Gómez, S., Garcés Ferrer, J., & Ródenas
Rigla, F. (2015). La sobrecarga de las cuidadoras
de personas dependientes: análisis y propuestas de
intervención social.
Córdoba, A. M. C., & Aparicio, M. J. G. (2014). Efectos
de cuidar personas con Alzheimer: un estudio sobre
cuidadores formales e informales. Pensamiento
psicológico, 12(1), 149-167.
Crespo, M., & López, J. (2007). El apoyo a los
cuidadores de mayores dependientes: Presentación
del programa: Cómo mantener su bienestar.
Informaciones psiquiátricas, 188(2), 137-152.
Crespo, M., & Rivas, M. (2015). La evaluación de la
carga del cuidador: una revisión más allá de la
escala de Zarit. Clínica y Salud, 26(1), 9-15. doi.
org/10.1016/j.clysa.2014.07.002
Cruz, O. R., & Concepción, M. Y. E. (2019). La enfermera
y los cuidados al nal de la vida. Revista Cubana
de Enfermería, 34(4).
Cummings, J. L. (2003). Alzheimer’s disease: from
molecular biology to neuropsychiatry. In Seminars in
clinical neuropsychiatry 8, (1), 31-36.
Feldberg, C., Saux, G., Tartaglini, F., Irrazábal, N. C.,
Leis, A., Rojas, G., ... & Stefani, D. (2016). Factors
related to the feelings of burnen in family caregivers
with stroke at baseline cognitive rehabilitation.
Revista Argentina de Clínica Psicológica, 25(III),
259.
Fernández, M. F. V. (2011). La Carga Física de Trabajo.
Centro Nacional de Nuevas Tecnologías. Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, 1-20
Galvis, M. J., & Cerquera Córdoba, A. M. (2016).
Relationship between depression and burden in
caregivers of alzheimer disease patients. Psicología
desde el Caribe, 33(2), 190-205.
García Romero, B. (2011). Estudio cualitativo del perl
del cuidador primario, sus estilos de afrontamiento
y el vínculo afectivo con el enfermo oncológico
infantil. (Tesis Doctoral). Universitat Ramon Llull,
Barcelona, España. Recuperado de: https://www.
tdx.cat/handle/10803/32141#page=1
Gil, J. S., & Navas, M. F. (2017). Consecuencias
del burnout de cuidadores de pacientes con
demencia. European Journal of Health
Research:(EJHR), 3(2), 119-126.
Gitlin, L. N., & Hodgson, N. A. (2018). Formal Caregivers.
Better Living with Dementia, 155–168. https://
doi.org/10.1016/b978-0-12-811928-0.00007-7
Herrera, J. C., & Meléndez, R. (2011). Cuidador:
¿Concepto Operativo O Preludio Teórico?. Revista
Marina R. Ramírez, identicación de la carga laboral
73
Enfermería Universitaria ENEO-UNAM,
8(1), 49–54.
Lai, D. (2007). Validation of the Zarit Burden Interview
for Chinese Canadian Caregivers. Social work
research, 31(1), 45-53. doi: 10.1093/swr/31.1.45
Llop-Gironés, A., Tarafa, G., & Benach, J. (2015).
Personal de enfermería, condiciones de trabajo y su
impacto en la salud. Gaceta Sanitaria, 29, 155-
156. doi.org/10.1016/j.gaceta.2014.10.005
Lobo, A., Pérez-Echeverría, M., & Artal, J. (1986).
Validity of the scaled version of the General Health
Questionnaire (GHQ-28) in a Spanish population.
Psychological Medicine, 16(1), 135–140. doi:
10.1017/S0033291700002579
Loor Proaño, N. E. (2015). Pensamientos disfuncionales
y su inuencia en la sobrecarga en cuidadores
familiares de pacientes diagnosticados con
demencia (Bachelor’s thesis).Universidad central
del Ecuador, Quito. Recuperado de: http://www.
dspace.uce.edu.ec/handle/25000/7152
Losada Baltar A, Montorio Cerrato I, Izal Fernández
M, Márquez González M. (2006). Estudio e
intervención sobre el malestar psicológico de los
cuidadores de personas con demencia. El papel de
los pensamientos disfuncionales. Madrid: Editorial
IMSERSO.
Marcén, Víctor Aznar. (2011). Enfermería: un bien
escaso. Revista de administración sanitaria
siglo XXI, 8(1), 165-168.
Méndez, L., Giraldo, O., Aguirre, D. y Lopera, F. (2010).
Relación entre ansiedad, depresión, estrés y
sobrecarga en cuidadores familiares de personas
con demencia tipo alzhéimer por mutación e280a en
presenilina 1. Revista Chilena de Neuropsicología,
5(2), 137-145
Muñoz, P., Vázquez-Barquero, J., Rodríguez, F.,
Pastrana, E., & Varo, J. (1979). Adaptación española
del General Health Questionnaire (GHQ) de D. P.
Goldberg. Archivos de Neurobiología, 42, 139-158.
Novoa-Sandoval, P., Burgos-Muñoz, R. M., Zentner-
Guevara, J. A., & Toro-Huamanchumo, C. J.
(2018). Burnout en estudiantes de enfermería de
una Universidad peruana. Investigación en
educación médica, 7(26), 111-113.
Organización Internacional del Trabajo [OIT]. (2018). El
trabajo de cuidados y los trabajadores del cuidado
para un futuro con trabajo decente. Recuperado
de https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---
dgreports/---dcomm/---publ/documents/publication/
wcms_633168.pdf
Pabón Poches, D. K., Galvis Aparicio, M. J., & Cerquera
Córdoba, A. M. (2014). Diferencias entre el apoyo
social percibido entre cuidadores informales y
formales de pacientes con demencia tipo Alzheimer.
Psicología desde el Caribe, 59-78.
Padilla, V., Abigail, K., Martínez, R., & Oivia, A. (2018).
Calidad de vida de cuidadores primarios de niños con
discapacidad intelectual. Revista Electrónica
de Psicología Iztacala, 20(4), 1314-1343.
Painepan, B., Kuhne, W. Sobrecarga, afrontamiento y
salud en cuidadoras de pacientes con demencia tipo
Alzheimer. Summa Psicológica UST, 9(1), 5-14.
Pimentel Galdos, L. V. (2019). Inteligencia emocional
y sobrecarga del cuidador del adulto mayor de
un hospital de Lima Metropolitana, Universidad
Cientíca del Sur, Lima. (Tesis de grado) Recuperado
de: http://repositorio.cientica.edu.pe:8080/handle/
UCS/695
Ramírez, S., & Arévalo, J. (2015). Nivel de sobrecarga
y factores asociados de los cuidadores primarios de
los/as pacientes del centro de atención ambulatoria
302 del Instituto Ecuatoriano. (Bacherol thesis)
Recuperado de: http://dspace.ucuenca.edu.ec/
handle/123456789/22499
Retamal-Matus, H., Aguilar, L., Aguilar, M., González,
R., & Valenzano, S. (2015). Factores que inuyen en
la sobrecarga de los cuidadores de adultos mayores
en dos instituciones de la ciudad de Punta Arenas,
Chile. Psicogeriatría, 5(3).
Rodriguez, A., Córdoba, A., & Ponches, D. (2016).
Escala de sobrecarga del cuidador Zarit: Estructura
factorial en cuidadores informales Bucaramanga .
Revista de Psicología Universidad de Antioquia, 8
(2),87-99.
Rogero García, J. (2009). España Más información
del artículo Sistema de Información Cientíca
Red de Revistas Cientícas de América Latina, el
Caribe, España y Portugal Distribución en españa
del cuidado formal e informal a las personas de
65 y más años en situación de depend. Revista
Española de Salud Pública, 83(3), 393–405.
Romero, Z., Cuba, M. (2013). Síntomas somáticos
en cuidadores de pacientesgeriátricos con o
Volumen 4, N° 006, enero a junio 2020. pp. 64 - 74.
74
sin sobrecarga, del áreaurbano-marginal Payet,
Independencia, Lima,Perú. Revista Médica
Herediana. 24, 204-209.
Salazar Ramírez, S. C., & Torres Arévalo, J. T. (2015).
Nivel de sobrecarga y factores asociados de los
cuidadores primarios de los/as pacientes del
centro de atención ambulatoria 302 del instituto
ecuatoriano de seguridad social, (Bachelor
Thesis),Universidadde Cuenca, Cuenca, Ecuador.
Recuperado de: http://dspace.ucuenca.edu.ec/
handle/123456789/22499
Torres-Avendaño, B., Agudelo-Cifuentes, M. C.,
Pulgarin-Torres, Á. M., & Berbesi-Fernández, D. Y.
(2018). Factores asociados a la sobrecarga en el
cuidador primario. Medellín, 2017. Universidad
y Salud, 20(3), 261-269. DOI: http://dx.doi.
org/10.22267/rus.182003.130
Zambrano Cruz, R., & Ceballos Cardona, P. (2007).
Síndrome de carga del cuidador. Revista
Colombiana de Psiquiatría, 36(1), 26–39.
Zarit, S., Reever, K., Msg, M., & Bach-peterson, J.
(1980). Relatives of the Impaired Elderly : Correlates
of Feelings of Burden. The Gerontologist, 20(6),
649-655.